La carrera espacial no parece querer frenar y continúa sus investigaciones en múltiples direcciones. Si las misiones espaciales suelen concentrar todos los focos mediáticos, ahora hemos descubierto que también los combustibles para esos cohetes al espacio tienen su propia carrera espacial.
Repsol y PLD Space trabajan conjuntamente para elaborar y desarrollar combustibles sostenibles, en este caso renovables para vehículos con destino fuera de nuestro planeta. El sector aeroespacial se reinventa para buscar alternativas ‘eco’ a los actuales que emiten al año más de mil toneladas de hollín o ‘black carbon’ a la estratosfera terrestre.
Todas las industrias se están reinventando desde el punto de vista verde para que su huella de carbono se reduzca considerablemente, incluso algunos sectores lograr gracias a sus avances en I+D+i alcanzar soluciones cero emisiones. Por el momento, las misiones espaciales se conformarían con reducir su huella actual, y por ahí se dirigen sus esfuerzos investigadores.
Biomasa, aceites vegetales, restos y residuos agrícolas y/o forestales, aceites usados alimentarios o hidrógeno y CO2 capturado pueden ser el futuro de los vehículos espaciales. Y esos nuevos combustibles podrían tener el sello español. Se trata de biocombustibles y sintéticos que a partir de materias primas muy diferentes a los derivados del petróleo tradicionales, pueden transformar por completo la huella aeroespacial para siempre.
Los laboratorios de experimentación con materiales sostenibles, prevé que en 2025 se puedan lograr los primeros combustibles 100% renovables en este tipo de motores. Aunque antes hay que realizar numerosos ensayos para adaptar a condiciones muy especiales el rendimiento de estos nuevos carburantes.
Tras los avances conocidos en los SAF o combustibles sostenibles de aviación, aquellos que poseen una huella de carbono mínima o nula, solo los cohetes espaciales se escapaban hasta ahora a esta gran revolución para descarbonizar completamente nuestros transportes (de todo tipo) y nuestra sociedad.