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Viste tu Navidad de terciopelo

Viste tu Navidad de terciopelo

Es uno de esos tejidos que nos abrazan y seducen. Elegante, sofisticado, discreto y muy navideño. El terciopelo es tendencia sea como sea tu Navidad. Toques suaves que se cuelan en todo, desde tu árbol a detalles decorativos en tu mesa. ¡Pon a tu Navidad un toque aterciopelado único!

Está de moda ahora, y probablemente hace 20 años también lo estaba ya. Así son los tejidos nobles y clásicos como el terciopelo, que van y vienen, pero nunca defraudan. Si en la moda ya hemos visto que los lazos tradicionales de terciopelo negro o granate triunfan en las generaciones más jóvenes, en la decoración de todo el año también había conquistado muebles auxiliares, tapizados….

Su textura viste con elegancia cualquier ambiente, dota de la sofisticación suficiente una mesa, un salón, un recibidor, un árbol, un Nacimiento….

Es uno de los tejidos estrella del invierno 2025. Un tejido ha dejado de ser un material reservado para ambientes clásicos o antiguos para convertirse en el gran aliado de la decoración navideña contemporánea. ¿Su secreto? Aporta una calidez inmediata y un lujo discreto que no necesita gritar para hacerse notar. Es la caricia que le faltaba a nuestra casa en estas fechas.

Sofá de terciopelo con árbol de Navidad y cojines decorativos en tonos rojos y verdes suaves.
adorno navideño rojo con una cinta de terciopelo

Y con la decoración navideña no va a ser menos, al revés, la moda más buscada esta Navidad es la de los toques de terciopelo por todas partes. Lazos en tu árbol de los tamaños y la gama cromática que más te guste. Aunque triunfan sin duda los lazos rojos, granate, burdeos, vino…

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terciopelo árbol navidad

En cuanto a los colores, los clásicos son también los más atractivos: negro, rojo, granate, verde botella, beige, rosa palo, blanco…

La paleta cromática que triunfa este año se aleja de los colores planos para buscar la profundidad de los conocidos ‘tonos joya’. Hablamos de un verde esmeralda que dialoga con las ramas del abeto, de un azul petróleo enigmático, y de esa gama de granates y burdeos que evocan el buen vino en una cena de Nochebuena. Incluso los dorados se matizan en este tejido, perdiendo su brillo metálico para ofrecer un resplandor mucho más suave.

En el árbol, el terciopelo despliega toda su magia suavizando la textura dura y punzante del pino. Ya no se trata solo de colgar adornos, sino de envolver. Las cintas caen en cascada o forman lazadas generosas y lánguidas que actúan casi como flores textiles, mientras que las bolas forradas en este material absorben la luz de las guirnaldas creando un contraste fascinante.

Tal es la fiebre por el terciopelo que esta Navidad trasciende del árbol para conquistar el resto del salón. Unos cojines en tonos intensos lisos son la forma más sencilla de ‘vestir de gala' nuestro sofá. Y en la mesa navideña, donde ocurren los momentos más importantes de las fiestas, este tejido aporta una nota de distinción absoluta: un simple lazo de terciopelo atando las servilletas, o un camino de mesa que recorre el centro, eleva instantáneamente la categoría de la celebración.

La clave para acertar, como casi todo, es la mesura. No buscamos convertir el salón en un decorado barroco, sino utilizar el terciopelo como acento estratégico. Son pinceladas de textura que transforman el ambiente, haciendo que la casa se sienta más abrigada, más festiva y, definitivamente, mucho más elegante.