Tu dieta puede mantener tu sistema inmunológico al 100%, y no es tan difícil. Más allá del zumo de naranja, no todo es vitamina C para defendernos del duro y frío invierno. Este 2021 ha arrancado con nieve, lluvia y viento, pero podemos ponernos escudos naturales para mantenernos sanos y fuertes, y para ahorrar mucho en jarabes y medicinas.
Este año más que nunca queremos evitar las infecciones respiratorias, por sufrir sus síntomas y por crearnos dudas con el covid o un simple resfriado. Para alejar los mocos y la tos no deben faltar en la mesa:
Frutas y verduras de temporada para aportarnos zinc, selenio, ácido fólico, cobre o hierro y sus micronutrientes al sistema inmune.
Verduras de hoja verde como escarola o lechugas, acelgas y espinacas; su poder antioxidante es tremendo.
Brócoli, col, repollo o coliflor, tienen una elevada concentración de Vitamina C, antioxidantes y minerales.
Calabaza y Zanahorias, las hortalizas naranjas en cremas calentitas obtenemos ácidos grasos omega 3 y betacarotenos.
Setas y hongos son productos de temporada y nos aportan cero calorías, a veces menos es más para nuestra salud. Además son ricos en minerales y oligoelementos.
Cítricos en todas sus modalidades. Naranjas, pomelos, limones, kiwis o mandarinas son el mejor escudo invernal pero recuerda comerlas, no beberlas. Su pulpa es el antídoto a las infecciones respiratorias, el zumo se queda muy corto.
La granada es la reina antioxidante. Sus flavonoides captan a los radicales libres que nos envejecen, y sus taninos son antiinflamatorios naturales.
Uvas, esa fruta de la que nunca acabamos de conocer todas sus propiedades y beneficios para la salud. El 80% es fibra y agua. Sí, tiene azúcar pero también fósforo, hierro, calcio, potasio,…
Pimiento rojo posee el doble de vitamina C que los cítricos y es el mejor antioxidante natural de nuestra piel.
Ajo, su azufre potencia la protección a nuestro sistema inmunitario.
El pescado azul, como sardinas, salmón o atún, es muy rico en ácidos grasos omega 3 y vitamina D, esa vitamina que en primavera y verano nos aporta el sol, pero en estos días tan cortos de invierno puede faltarnos.
Legumbres como las lentejas y los garbanzos son proteínas imprescindibles y los platos de cuchara son los más apetecibles en invierno.
Almendras ricas en vitamina E que refuerzan de forma muy potente nuestro sistema inmunológico.
Lácteos ricos en calcio y vitaminas A y B12 nos proporcionan bacterias que nos ayudan a mantener una excelente salud. Los conocidos alimentos ‘probióticos’ como el yogur o el kéfir son muy eficaces para mantener la flora intestinal equilibrada.