Como lo oyes, nunca mejor dicho. La música es capaz de amansar a las fieras y de equilibrar nuestro estrés. Según la opinión de los expertos, asistir a un concierto es un cóctel químico y hormonal en nuestro organismo inigualable para nuestro estado anímico. Por ejemplo, la cantidad de hormonas llamadas ‘de la felicidad’ que producimos cuando escuchamos una de nuestras canciones favoritas en directo.
Un concierto de música en directo es una de las experiencias más satisfactorias a nivel emocional. Despierta emociones muy beneficiosas para nuestro equilibrio psicológico y reduce niveles de ansiedad y estrés.
La música es un arte y despierta sentimientos adormecidos en nuestro día a día, por eso en verano con las buenas temperaturas y las vacaciones es una de las grandes recomendaciones. Nos hace sentir bien, una sensación placentera y de felicidad gracias a las conexiones neuronales que activa en nuestro cerebro.
Cada uno sentirá ese placer con una música diferente e incluso con una compañía distinta, incluso en soledad. Lo cierto y el denominador común es el beneficio indiscutible. Un pellizco de nostalgia y recuerdos, adrenalina y emoción, y una buena dosis de dopamina.
La dopamina es la responsable de nuestra felicidad y se libera cuando escuchamos simplemente los primeros acordes de una canción conocida. También ocurre con canciones y artistas nuevos que pueden generar sorpresa de la mano del placer.
No es la única hormona que se libera cuando disfrutamos en un concierto, el cortisol que reduce nuestro estrés o la serotonina. Estas sustancias suelen ayudar contra el insomnio y la ansiedad, además de estimular nuestro positivismo.
Nuestra autoestima a veces va de la mano de una actividad social y red de amistades que no siempre se trabajan lo suficiente. Las excusas hay que buscarlas para verse y charlar con amigos, ex compañeros de trabajo o familiares con los que de otro modo no coincidiremos. Encuentros que conllevan beneficios secundarios como afianzar nuestra confianza, el sentimiento de pertenencia, valoración de los demás, incluso la frivolidad de arreglarse para ese momento.
Leer, pintar, cocinar... evidentemente, no es la única opción de ocio beneficiosa para nuestro equilibrio emocional, pero aúna varios ingredientes que la convierten en el mejor aliado de una vida social y mental sana. Es época de festivales y conciertos, así que no hay excusa.