En este momento estás viendo ¿Cómo dormir bien en verano?

¿Cómo dormir bien en verano?

¿Cómo dormir bien en verano?

No es fácil levantarse bien descansado en algunas noches de verano, este año incluso de primavera. Por eso hay trucos y recomendaciones que ayudan mucho para que nuestro sueño sea reparador y no suframos ‘noches toledanas’. Parece obvio pero algunos ‘tips’ son las buenas costumbres de toda la vida, que hemos visto a nuestras abuelas y que desconocíamos su por qué.
Por ejemplo dormir con pijamas de tejidos naturales como el algodón o el lino. Muchas veces solo pensamos en la practicidad de una prenda, su diseño o su precio, pero lo natural aísla y protege mejor nuestra piel.
Durante todo el día podemos proteger nuestra casa del sol y de las altas temperaturas y para eso hay que prevenir desde primera hora de la mañana, cuando se recomienda airear y ventilar toda la casa.

bajar persianas o toldos exteriores

Durante el resto del día las persianas o toldos exteriores deben ser nuestros aliados. Si no dejamos que la estancia adquiera elevadas temperaturas, evitaremos que luego haya que reducirlas. Baja las persianas cuando el sol de directamente en la ventana, no importa si dejas la habitación a oscuras durante unas horas si nadie va a estar en ella. Es el mejor método para que todo el día esté fresca nuestra habitación o dormitorio.

Nuestro organismo también tiene su termostato propio y la alimentación o el ejercicio marcarán la noche. Las cenas siempre deben ser ligeras, pero además de qué comemos, hay que tener en cuenta la cantidad. Ensaladas suaves, gazpachos, cremas y sopas frías, carnes ligeras como las de aves, pescados blancos,…
En cuanto al ejercicio físico, si a última hora de la tarde noche damos un paseo relajante nos aireamos e incluso relajamos nuestro organismo, sin embargo si decide con la caída del sol irte con la bici, jugar un partido de pádel o correr unos kilómetros, probablemente conciliar el sueño puede verse alterado.

Sí es cierto que una ducha a una temperatura fresquita alivia tensiones, rebaja el calor y puede ser un somnífero para muchas personas. Independientemente de que vengas de hacer deporte o no. Recuerda que ducharse para refrescarse significa que el agua está por debajo de la temperatura que consideramos agradable.

Al llegar a la cama también hay algunos trucos como utilizar sábanas suaves y muy livianas. Hay quien utiliza las mismas todo el año, y quizá pueden tener algún conjunto pensando en estas fechas. Tanto la ropa de cama como la estancia en sí puede refrescarse, bien con ventilador o con aire acondicionado aunque luego no duermas con estos dispositivos encendidos.
También es recomendable apagar los aparatos eléctricos que generan calorías. No vamos a apagar el frigorífico, pero sí todas esas pequeñas lucecitas de standby de los aparatos y todo aquello que pueda desprender luz o calor y que no nos haga falta durante la noche.
Uno de los mejores aliados en los dormitorios es el ventilador de techo sobre la cama. Incluso en las viviendas con aire acondicionado es una alternativa que además de mucho más suave es mucho más económica.