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Ola de calor, ¿se puede ahorrar sin asfixiarse?

Ola de calor, ¿se puede ahorrar sin asfixiarse?

Si tienes en casa aire acondicionado, ya eres un afortunado por su elevado coste tanto de instalación como de consumo. Precisamente por su alto consumo, es uno de los inventos menos amigos del planeta y el calentamiento global. Un sistema con un elevado gasto de energía y que además suele coincidir en unas horas muy concretas, por lo que se concentra esa gran demanda especialmente en olas de calor.

Si eres de los afortunados que dispones de él en casa, también puedes ahorrar aprendiendo a usarlo con ciertos trucos de eficiencia. Dosificarlos en los días y horas más complicadas con temperaturas más elevadas y haya más de una persona en la vivienda.

 El verano trae lo que toca, calor y días con 40 grados a la sombra. Eso sin contar con alguna ola de calor demás que el cambio climático está ya provocando, como la sufrida durante esta primavera.

Ola de calor, ¿se puede ahorrar sin asfixiarse?

Luchar contra la factura de la luz durante estos días tan complicados de altas temperaturas, a priori no parece fácil. Cargamos nuestra nevera y la utilizamos mucho más que el resto del año, para buscar helados, hielo, fruta fresca, bebida y agua fría. Pero especialmente el aire acondicionado es el mayor quebradero de cabeza para la factura de la luz en verano.

Los precios de la electricidad y la luz siguen por las nubes y en muchas casas hay que pensarse bien si poner el aire acondicionado por su coste, pese a la ola de calor.

Utilizar el aire acondicionado de forma racional evitando despilfarros, es la principal recomendación para ahorrar en plena ola de calor. Pero, ¿eso cómo se logra?

Si no vives en una Casa Geosolar® de Carbono Positivo de Grupo Index, o mientras se construye tu Casa Desenchufada de Index, puedes tomar nota de algunos consejos de la OCU para ‘evitar sustos’ en la próxima factura de la luz.

De media, un aparato de aire acondicionado, según la OCU, gasta unos 250€ al mes durante el verano. Así que toma nota de las recomendaciones para ahorrar:

  • Elegir un aparato con alta eficiencia. Lograrás ahorrar hasta un 30% más con un modelo A+++.
  • Elige una temperatura que ronde unos 8°C menos que la temperatura exterior. Por ejemplo, si fuera hay 33 grados, pide a tu sistema 25. Alcanzar unos grados menos supone evitar un gran consumo.
Elige una temperatura que ronde unos 8°C menos que la temperatura exterior
  • En la misma línea, pide al aparato temperaturas definitivas y ten paciencia. Consumirá menos si no le obligas a trabajar todo el tiempo al 100% al pedirle temperaturas muy bajas.
  • Un mantenimiento acorde reduce el consumo, por ejemplo limpiando el filtro con frecuencia.
  • Los sistemas inteligentes, como aplicaciones móviles a distancia, ayudan a refrigerar progresivamente la vivienda encendiéndolo antes de llegar a casa, o apagarlo si se nos ha olvidado al marcharlos. También se nota el ahorro.
  • Modo eco, muchos aparatos disponen de esta función que logra un ahorro de hasta un 30% en el consumo energético.
  • Encender el aire acondicionado antes de las horas centrales y más calurosas del día supone evitar que el aparato se ponga a trabajar a pleno rendimiento cuando más calor se ha acumulado en casa.
  • Si hay posibilidad, usa solo el aire acondicionado en la zona utilizada, por ejemplo si hay dos splits, etc.
  • Si duermes con el aire acondicionado encendido, prográmalo o intenta apagarlo durante la madrugada cuando refresca.
  • Evita el sol directo y protege las estancias del sol directo con toldos, persianas, estores, cortinas, para evitar que el aire acondicionado tengo que trabajar más.
Busca sistemas aliados más económicos como ventiladores
  • Busca sistemas aliados más económicos como ventiladores o modo ventilación en tu aparato de aire acondicionado. Gastan menos.
  • Utiliza la función de deshumidificador si notas alta la humedad, así puedes evitar la refrigeración a ratos.
  • Evita la corriente de aire acondicionado directa a las personas. Utiliza las palas orientativas del aire.
  • Evita tapar las salidas y entradas de aire para que el aparato no tenga que trabajar más.
  • Ventila la vivienda a primera hora de la mañana cuando las temperaturas son más frescas. El sistema de aire acondicionado no sustituye la ventilación y renovación natural del aire interior de la vivienda.
  • Si notas alteraciones llama a un profesional que compruebe que todo funciona correctamente y evitarás fugas o consumos excesivos.

Al llegar a la cama también hay algunos trucos como utilizar sábanas suaves y muy livianas. Hay quien utiliza las mismas todo el año, y quizá pueden tener algún conjunto pensando en estas fechas. Tanto la ropa de cama como la estancia en sí puede refrescarse, bien con ventilador o con aire acondicionado aunque luego no duermas con estos dispositivos encendidos.
También es recomendable apagar los aparatos eléctricos que generan calorías. No vamos a apagar el frigorífico, pero sí todas esas pequeñas lucecitas de standby de los aparatos y todo aquello que pueda desprender luz o calor y que no nos haga falta durante la noche.
Uno de los mejores aliados en los dormitorios es el ventilador de techo sobre la cama. Incluso en las viviendas con aire acondicionado es una alternativa que además de mucho más suave es mucho más económica.