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Flores secas: explosión de vida otoñal

Arreglos florales otoñales

Rompen el frío de estilos minimalistas e industriales, aportan alegría a estancias prácticas, y modernizan los ambientes más clásicos. Colores otoñales acogedores y cálidos que transforman y dan vida a los espacios sea cual sea tu estilo.

Flores naturales secas como paniculata, siempreviva, espigas, eucalipto… o con intensos colores otoñales como las hojas de arce en rojos, amarillos, ocres, naranjas, verdes… Cardos con flores lilas, lavanda, mimosa, yedras…

Los colores transforman tu hogar con pequeños detalles como ramilletes en estanterías o mesas auxiliares. Prueba a combinar flores secas con textiles o decorando marcos de fotos y aportarán estilo y personalidad a tus piezas decorativas tradicionales.

Reservar un espacio monocromático por ejemplo en beiges, crema, piedra y blancos apagados, con ramas de Pampa, varas secas de colores más uniformes. Imagina tu estancia como quieras y busca las flores idóneas y sus colores. ¡Es más fácil de lo que crees!

decoración con flores secas

En una misma estancia puedes combinar varios arreglos florales, precisamente planificando uno en colores intensos y otro en colores suaves. No cargará el ambiente, al contrario sumará calidez y elegancia.

La alegría de las flores no la aporta casi ningún otro elemento, sean plantas naturales o flores artificiales preservadas. Su vida es savia nueva en tu salón, baño… Los colores en otoño e invierno son menos intensos y más apagados que en primavera y verano cuando decoramos con flores frescas de tonalidades más coloridas.

Los colores otoñales abarcan una amplia gama de marrones, naranjas, lilas, ocres, verdes,  rojos, rosa nude, amarillos, púrpura, crema, beige…

decoración con flores secas

Un acierto seguro son los arreglos florales con base en verdes que simulan un paseo por el bosque con todo su esplendor del paisaje cromático de tonalidades similares pero nunca iguales. La mezcla de esos colores es una buena opción para dar a nuestro hogar una luz diferente, con esencia otoñal, creando ambientes menos clásicos y acogedores.

Los jarrones y las vasijas son la opción más habitual para estanterías, aparadores, consolas... Aunque los centros de mesa siguen siendo la solución más buscada y tradicional. Si por el contrario buscas sorprender, coloca las flores secas en candiles, faroles, cubos de chapa, en los marcos de portarretratos adornados, agarraderas de cortinas, lámparas o pantallas de iluminación.

Las flores secas siempre son un toque sencillo y natural en cualquier habitación de la casa. Por ejemplo en un dormitorio en un pequeño violetero es un toque muy estiloso. En las entradas y distribuidores aportan una gran elegancia y son fácilmente combinables. Si te atreves, en los baños las flores los convierten en espacios con gran personalidad. También en la cocina se combinan plantas secas con frutas artificiales muy conseguidas como calabaza, carrueco…

Su versatilidad hace que las flores secas sean un comodín intercambiable entre diferentes estancias, incluso pueden ir solas o combinadas con madera, sobre libros, en bandejas de cristal o metálicas…

Dependiendo del espacio puedes escoger diversas formas y tamaños, hay flores pequeñas, muy grandes, plantas discretas como varas, o formatos como buquets más redondeados que llevan de vida espacios pequeños. Ramilletes silvestres que mezclan gran cantidad de pequeñas flores y espigas, flores con mucho carácter y tamaño que aparecen solas por completo.

Combinan con todos los estilos, y aportan un toque más moderno a los clásicos, y más acogedor a los ambientes más fríos, minimalistas o industriales. Cuando llega el otoño el toque de las flores secas es un infalible que convierte cualquier estancia en acogedora y cálida.