Vestidores de ensueño amplios y luminosos gracias a la luz natural de una ventana en el techo, con espejos XXL o incluso un pequeño tocador dentro. El vestidor más acogedor con grandes alfombras e iluminación cálida integrada. ¡Pasa al que pronto será tu vestidor!
Un vestidor, sea abierto o cerrado, depende de su iluminación para ser un lugar de catálogo de revista o un espacio lúgubre lleno de ropa. La luz natural es sin duda la preferida siempre, por eso instalar un tragaluz o claraboya en el centro del techo es un acierto y una inversión para toda la vida.
Si en lugar de instalar una ventana tipo Velux en el techo de la estancia puedes integrar una ventana en una pared, te restará mucho espacio, pero también aportará la luz del sol para iluminar gran parte del interior del vestidor.
La iluminación aporta utilidad y decoración, por eso suelen integrarse luces LED en tonalidades cálidas normalmente. Cómo diseñar la iluminación está abierto a la imaginación, y se puede elegir desde barras de perchas que emiten luz hasta los sistemas más sencillos. Por ejemplo es muy habitual camuflar las luces por ejemplo en los costados laterales o interiores del vestidor ya que ahí la luz va empotrada, no va en la superficie si no dentro del propio estante o tablero.
Lo más habitual son las tiras con LED donde se puede elegir intensidad y calidez, en función de necesidades concretas de cada usuario.
La luz cálida aporta tranquilidad y un ambiente mucho más elegante, es más decorativa y acogedora, pero a veces la luz fría es más útil y práctica. También la opción de una temperatura de luz más natural es tendencia.
Hay desde reguladores para elegir la intensidad de la luz a sensores táctiles o que detecten movimiento para que se enciendan conforme se abre una puerta o un cajón. Así, además de comodidad se ahorra en el consumo de electricidad, aunque las luces LED son ya de bajo consumo.
El espejo tiene una gran importancia, y si hay espacio suficiente, de gran tamaño. Incluso podemos buscar soluciones como un espejo escamoteable, integrado en paredes o en el interior de una puerta, pero no se debería renunciar a él.
Si nuestro vestidor es amplio y de dimensiones considerables, podemos integrar piezas decorativas a la vez que útiles. La decoración dentro de un vestidor se ciñe a elementos como una pequeña banqueta o descalzadora, una alfombra redonda o que cubra toda la superficie, un pequeño tocador, o incluso una mesa auxiliar para apoyar objetos.