Elegante, mágico y misterioso, el negro es infalible en todos los estilos decorativos y en todas las estancias de tu casa. Perfiles, pequeñas piezas, lacados, patas de muebles… ¡Todo al negro!
El negro, aunque tenga fama de ser un tono agresivo e intenso, también puede pasar completamente desapercibido. Ser hilo conductor y denominador común en muchos escenarios de nuestra vivienda y aportar una armonía a todo el espacio con sus toques en varios puntos.
Toques a veces cercanos al estilo industrial, al minimalismo o a corrientes contemporáneas, pero no… El negro ‘no se casa con nadie’, y es afín a todos los estilos decorativos.
El negro combina perfectamente con cristal, con madera, con lacados de otros tonos, con piedra, con metal en acero… Siempre es un acierto y no pasa de moda.
Textiles, paredes, suelos, baños, cocinas, cerámica, cuadros,… Todo lo que imagines te encantará en negro. Por ejemplo, todos los electrodomésticos en negro, u objetos decorativos de distintos materiales como jarrones, esculturas, cajas, libros, marcos,… que con sus perfiles en negro dan elegancia y contundencia a todo el conjunto.
Patas de muebles en negro, respaldos de sillas, perfiles de espejos o pequeñas mesas auxiliares. Si el blanco ha sido el rey del efecto ‘amplitud’, el negro no es en ese sentido su antagonista y también ayuda con sus contrastes a dar profundidad y sensación de ampliar espacios como pequeños baños.
Jugar con los efectos visuales es una característica del negro y esos efectos visuales ayudan a crear espacios diáfanos como estanterías sin trasera con sus perfiles en negro o combinados con blanco u otro color neutro.
Al negro no se le resiste ningún espacio, y por ejemplo, en los dormitorios y habitaciones infantiles también aparece con estampados y formas geométricas divertidas. También se han colonizado las cocinas o baños con muebles en negro, porque aporta carácter, personalidad, singularidad y mucha elegancia.
Si eres menos atrevido y no estás convencido de si te gustará el efecto que el negro provocará en tu hogar, puedes probar con cojines, plaids y mantitas de sofá, manteles y servilletas o vajillas. Probablemente el efecto te encandilará y pronto irás añadiendo más objetos e incluso muebles en negro.
También hay tonalidades como el gris muy oscuro o el tono antracita que prácticamente logran los mismos efectos, pero lejos de la elegancia del negro más puro. Además, si apuestas por el negro estándar es fácil que, aunque en distintos materiales, encuentres una tonalidad muy similar, mientras que por ejemplo el color antracita tiene una gama mucho más amplia.
Envolvente y persuasivo, el negro es súper fácil de combinar porque todo le va bien, desde cualquier material, a toda la gama cromática, a espacios diáfanos o angostos… ¡Todo al negro!
