Los hábitos saludables ayudan al bienestar físico y emocional, y las buenas costumbres son el mejor antídoto a las dolencias y los problemas de ansiedad o estrés. Las evidencias científicas son irrefutables, y aunque la pandemia ha cambiado muchos de nuestros hábitos, los expertos opinan que el secreto de la felicidad sigue residiendo en una vida equilibrada en todos los ámbitos.
¿Cómo puedo llevar una vida más sostenible?
- Evitar comida innecesaria. Son muchas las ocasiones en las que las porciones son demasiado grandes o algunos productos se ‘pasan’ en la nevera, especialmente los frescos. Compra productos en dosis pequeñas, como por ejemplo las barras de pan pequeñas o la fruta a granel para que nada se estropee en casa.
- Evita compras compulsivas. Todos hemos comprado en alguna ocasión por puro impulso, alimentos u objetos que realmente no necesitamos. Las ofertas 2x1 o 3x2 nos llevan a esa adquisición de más artículos de los que necesitamos.
- Busca alternativas a la carne. Somos carnívoros, nos gusta y es muy saludable, pero en muchas familias se consume en exceso. Una práctica con la que fomentamos una contaminación y un deterioro del ambiente al sumarnos a los consumos desmesurados de carnes en todo el planeta.
- Evita los envoltorios excesivos, especialmente de plásticos. Reducir residuos sigue siendo una piedra filosofal de la sostenibilidad de nuestros ecosistemas. Si un producto se puede comprar a granel, en botellas de vidrio o en recipientes reusables, hagámoslo.
- Se eficiente con la electricidad. Las abuelas al poner algo al horno utilizaban ese calor para luego meter otra receta o un bizcocho para aprovechar el consumo de energía. Seamos inteligentes y eficientes. Muchos electrodomésticos tienen funciones de bajo consumo o podemos usarlos de determinadas maneras para aprovechar más la electricidad que gastamos.
- Hazte con utensilios reusables. Si comemos fuera hoy podemos encontrar todos los utensilios en materiales como bambú o resinas que no son plásticos y que pueden usarse una y otra vez sin estropearse y sin necesidad de recurrir a los de un único uso. Hay muchísimas opciones ya en el mercado, búscalas.
- Elige productos de limpieza sostenibles. Olvídate de lejías, amoníacos y complejos productos de limpieza y opta por el bicarbonato, el vinagre, azúcar,... El resultado es igual o similar y dejas de usar productos tóxicos y muy corrosivos para nuestra biodiversidad.
- Evita toallitas y fórmulas de un solo uso. Antes los pañales eran textiles, hay quien actualmente los ha recuperado. En cualquier caso busca papel de cocina reciclado o usa un paño de tela lavable.
- Mascarillas textiles. Son la opción ecológica a las de un solo uso que por toneladas se están utilizando en esta pandemia. Hay un repertorio muy amplio, no sucumbas a las mascarillas ‘de usar y tirar’.
- Facturas digitales. La digitalización evita miles de toneladas de papel desde hace unos años, si aún hay empresas que me envían correo postal y lo consideras innecesario, no lo dejes pasar y avisa para que dejen de gastar papel innecesariamente.
Hoy en día hay miles de soluciones innovadoras o tradicionales que puedes ir incorporando en tu cocina, tu baño, tu oficina,… transforma tu día a día y hazlo sostenible. Te sentirás mejor, la sostenibilidad como secreto de la felicidad.
La pandemia y los confinamientos pusieron en valor la salud mental, los psicólogos alertaban que tras superar esa primera fase del shock que supuso aquel parón en seco de nuestra sociedad ante la covid 19, vendrían otras dolencias y patologías derivadas de una situación tan extrema como la que nos tocó vivir y aún estamos superando en muchos aspectos.
La sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático estaban tomando una notoriedad y visibilidad muy destacada cuando irrumpió el coronavirus en nuestras vidas, y precisamente sirvió para demostrar que las ciudades podían vivir sin polución, sin tráfico, con muy pocas emisiones contaminantes y que los parajes naturales podían recuperar en poco tiempo sin presencia humana su esplendor original.
Los recursos naturales son limitados, el desgaste del planeta está en nuestra mano con miles de pequeñas acciones, y el cambio climático se frena desde nuestra casa. Además, no solo aliviamos la situación crítica en la que se encuentra la Tierra, también mejoramos nuestro estado de ánimo, nuestro propio equilibrio.
Según las opiniones de algunos expertos en medio ambiente, los árboles y las plantas emiten compuestos orgánicos volátiles que directamente repercuten en nuestros receptores nerviosos. Y no solo por el entorno natural, precisamente nuestro bienestar mental se ve afectado o reconfortado por vivir de una forma más sostenible, con menos y acciones de mayor calidad, así nos acercamos a la felicidad. Nuestras endorfinas son respuestas químicas.