Viajar en avión resulta muy contaminante en trayectos de corta distancia. Sus emisiones de gases contaminantes en comparativa con otros transportes son muy elevadas. Sin embargo, si hablamos de trayectos largos la comparativa mejora para la circulación aérea.
Los datos demonizan en parte a la aviación ya que supone el 3,5% de las emisiones totales emitidas por el ser humano, mientras que el transporte por carretera supone un 17%. De ahí que se haya celebrado por primera vez la Cumbre del clima del sector aeronáutico. Su principal conclusión, según el informe del Comité de Sostenibilidad del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España, es que en 20-30 años viajar en avión será posible sin contaminar. La industria reduce los plazos si los gobiernos apoyan las iniciativas del sector.
Lejos de medidas de apoyo para la transformación energética del sector aeronáutico, algunos gobiernos piensan en poner impuestos nuevos para los trayectos en avión.
Se plantean, o al menos, han lanzado la idea de cobrar un nuevo tributo a los trayectos cortos de menos de 2,5 horas en avión si estos tienen alternativa por tren, y la polémica es evidente con opiniones a favor y en contra. ¿La ecología y la economía eternamente enfrentadas?
Si la gran reforma fiscal en nuestro país se retrasa a 2023, por el momento han adelantado algunos nuevos impuestos para penalizar algunas de las actividades más contaminantes. Y ésta parece la nueva dinámica de actuación para recaudar impuestos, en una línea muy criticada a Hacienda. En opinión de muchos estas imposiciones fiscales desoyen la situación crítica del turismo en nuestro país. Uno de los sectores con mayor tirón y responsable de un destacado porcentaje del PIB de España, cerca un 15%, el mayor en nuestra economía.
El futuro plan 2050 del Gobierno de España elucubra sobre no recomendar, o incluso prohibir, los vuelos de menos de dos horas y media que puedan realizarse vía tren, no por ejemplo entre islas.
¿Es el momento idóneo para poner un impuesto en los billetes de avión? ¿Hay que mimar el turismo más que a otros sectores? ¿Podemos primar la economía sobre la ecología? Las opiniones son dispares, las controversias numerosas y evidentemente las decisiones en este sentido son muy complicadas.