
Será de las casas más sostenibles porque hablamos del primer edificio de toda España que se ha construido gracias a una impresora 3D, o lo que es lo mismo, una impresora especial para la edificación con una grúa llamada WASP. Y por primera vez se ha levantado un edificio con estas características para avanzar en un proyecto de investigación e innovación en materia de construcción respetuosa con el medio ambiente.
Así, esta vivienda experimental se ha construido solo con materiales ‘de cercanía’ o locales, al igual que la mano de obra necesaria. Todo para lograr un ambicioso objetivo medioambiental: conseguir una construcción cero residuos y casi cero emisiones contaminantes, es decir, una huella de carbono prácticamente nula.
El proyecto se llama TOVA y supone la primera vivienda realizada en barro gracias a una impresora en tres dimensiones. El hito constructivo ha sido logrado por un equipo del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) que busca como objetivo transversal, innovadoras soluciones y fórmulas para cambiar el futuro de la construcción.
Solo con iniciativas arriesgadas e incluso fantasiosas, como podría parecer ésta en su origen, podemos lograr avances significativos para cambiar el futuro de la construcción, y por tanto de nuestras ciudades.
En concreto esta vivienda supone un nexo entre el pasado de la construcción con barro y el futuro más innovador con impresiones en 3D pero a gran escala. El cambio climático supone un enorme reto para todos los sectores productivos, y la vivienda tiene mucho que aportar para cambiar un producto cuya vida útil es de larga duración, normalmente varias décadas.