La innovación de un centro pionero en Suiza, abre una nueva ventana de esperanza, y sobre todo de estudio e investigación para posibilitar los primeros pasos a personas parapléjicas. La estimulación de células nerviosas latentes y el análisis pormenorizado de sus resultados es la clave para el avance de esta investigación pionera en el mundo que se está desarrollando en Lausana, en Suiza.
Un equipo de neurocientíficos está logrando implantar en el cerebro unos chips capaces de conectarse a electrodos colocados en la médula espinal de personas parapléjicas y les posibilita para dar sus ‘primeros pasos’.
Los responsables de este estudio y estas pruebas con chips en el cerebro de personas con paraplejia aseguran que es únicamente una fase muy inicial, con mucho desarrollo por delante, pero que también es un nuevo camino muy esperanzador.
Ponerse de pie, practicar natación o ciclismo entre otras disciplinas y movimientos deportivos es el ingente logro de esta implantación cerebral a afectados de lesión completa de médula espinal. La velocidad de crucero adquirida por esta investigación es su principal aval en este momento, ya que los buenos resultados vislumbrados hasta ahora están dotando de una gran relevancia a estos ensayos y, sobre todo, sus logros.
Los chips estimulan eléctricamente para reactivar neuronas espinales, y abre una gran ventana de investigación y desarrollo en esta línea. Los neurólogos suizos responsables, Gregoire Courtine y Jocelyne Bloch, avanzan en una línea muy esperanzadora para recuperar la movilidad, sin embargo, todavía están en fases incipientes que precisan un desarrollo mucho más prolongado.
Es una auténtica utopía, un sueño para pacientes, familiares y, para todo el sector investigador, que tras años implementando tecnologías se hayan logrado hitos hasta ahora incluso impensables.
Las pruebas con un paciente italiano consistieron en conectar dos mandos a distancia a un andador y un marcapasos en su zona abdominal que se comunica directamente con su médula espinal a través de un cable espinal. Así se estimulan determinadas neuronas que provocan sus pasos. Según sus responsables, al estimularlo el pie se elevó, se movió y se dejó caer unos centímetros más adelante. La ciencia se transformó en lo más parecido a la magia, sin embargo, años de investigación avalan estos movimientos ‘mágicos’.
Estas demostraciones se realizaron en tres personas, y aunque necesite mucha más experimentación y testar todo este proceso mucho más, sin lugar a dudas la esperanza y las buenas sensaciones han ilusionado a todo el equipo.
Tras estas primeras pruebas satisfactorias Courtine afirmó que “los tres pacientes fueron capaces de ponerse de pie, caminar, pedalear, nadar y controlar sus movimientos del torso después de activar sus implantes”. La estimulación específica está demostrando excelentes resultados, y aunque nadie quiere lanzar las campanas al vuelo dada la enorme trascendencia y complejidad de este tipo de avances, no se pueden ocultar ni las elevadas expectativas ni la tremenda importancia de esta investigación.
El desarrollo de esta investigación, pese a haber arrojado resultados muy positivos que a su vez han permitido un avance rápido frente a lo costosos y lentos que suelen ser estos procesos, lleva años testándose y ajustándose en animales. Los laboratorios comenzaron a hacer pruebas con ratones en el año 2015, en 2017 pudieron avanzar a pruebas en monos también con resultados muy positivos y en 2018 arrancaron los primeros test en personas. Afortunadamente, las pruebas continúan avanzando, testando y afinando todos sus pormenores por lo que para todos parece ser un buen camino.