La tecnología también llega a los tejidos de nuestra ropa para lograr que una camisa repela el café o el vino y evitar sus temidas manchas, incluso se trata de prendas que no necesitan ser planchadas. Además del avance en comodidad que supone esta ropa inteligente, también su origen es beneficioso para todos, ya que está realizada con materiales reciclados.
Afortunadamente la innovación también llega a los textiles, así en casa podemos disfrutar tanto en nuestra decoración como en nuestros armarios, de tejidos que nos facilitan la vida un poco. Por ejemplo, existen tapicerías o alfombras con tratamientos especiales para evitar la acumulación de polvo y evitar posibles humedades.
Además, es habitual hoy encontrar manteles y prendas de ropa capaces de repeler líquidos que pudieran provocar manchas, y que con sus acabados hidrófugos se mantienen siempre perfectos.
Hay una empresa española que lleva tiempo especializándose en este tipo de tecnologías textiles. Gracias a la innovación y el desarrollo de este tipo de soluciones, hoy es posible fabricar prendas de ropa que no hay que planchar ni se manchan.
El secreto son los hilos a base de “fibras técnicas antibacterianas”, según la firma española Sepiia. Nanopartículas de plata que frenan a las bacterias que provocan el mal olor en la ropa cuando una persona suda. La marca es capaz de lanzar al mercado camisas que no se manchan ni de sudor ni de líquidos y que no se arrugan. Es la utopía doméstica y la solución a las manchas que se producen antes de llegar a la oficina o entrar a una reunión importante.
Residuos que sirven como materia prima para elaborar este tipo de prendas, así se generan menos residuos y se reutilizan otros materiales reduciendo su impacto en nuestro planeta. En este caso el poliéster reciclado sirve para elaborar prendas nuevas pero respetuosas con el Medio Ambiente y sostenibles ya que proceden de la segunda vida de otros artículos.
La industria textil es uno de los sectores más contaminantes actualmente y la conocida como “moda rápida” es una de las tendencias menos respetuosas con el futuro del planeta. La huella de carbono y el gasto de agua de cada una de las prendas de ropa que usamos a diario es muy superior a otros productos, sin embargo, nuestra sociedad ha convertido en habitual las compras de ropa nueva.