Reducir el uso de plásticos de un único uso y de residuos en general, especialmente en los embalajes, envases y packaging de alimentos y productos frescos, es un reto medioambiental y económico sin precedentes en nuestra sociedad actual. Un reto aún más colosal cuando hablamos de compañías de gran consumo.
Las empresas de gran consumo son aquellas que los consumidores escogemos de forma masiva. La distribución de gran consumo de productos y servicios que se distribuyen en cantidades y volúmenes muy destacados como alimentación, higiene personal…
Embalajes sostenibles. Cerca del 90% de las empresas líderes del gran consumo en nuestro país han tomado medidas para hacer el embalaje de sus productos más sostenibles:
- 83% Reducir y rediseñar
- 52% Reutilización
Muchas marcas han encontrado en el rellenado de sus productos una solución que miles de consumidores eligen cada día y que llegó hace unos años para quedarse en nuestros lineales.
Evitar plásticos. Casi un 20% menos de plástico ha sido el gran logro en el sector, y en el mismo sentido, un 65% de las empresas hoy ya utilizan plásticos reciclables o reutilizados. Con este tipo de medidas, sólo en los últimos cinco años ya se han reducido más del 30% las emisiones de CO2, y muchas compañías y cadenas han logrado reducir todos sus residuos un tercio.
Logística y transportes. Si todos los consumidores eligiéramos productos de temporada y de cercanía, el ahorro en emisiones tóxicas a nuestra atmósfera tendría un gran impacto, sin embargo, es demasiado utópico tanto por los gustos y preferencias generalizadas ya en la mayoría de los carritos, como por el ingente negocio que hay detrás.
Muchas empresas han buscado precisamente en esta partida la solución para evitar miles de toneladas de emisiones de efecto invernadero, y, por ejemplo, más de un centenar de compañías inscritas dentro del programa ‘Lean & Green’ han logrado ajustar estas emisiones un 30% de media. El montante que ha dejado de ensuciar nuestra atmósfera supera los dos miles de millones y medio de CO2.
La economía sostenible está marcando el paso a muchos sectores e industrias, que como las de gran consumo, son el origen de un porcentaje muy elevado de emisiones. Un compromiso que los consumidores premian y tienen en cuenta cada vez más, motivando y premiando este tipo de iniciativas responsables medioambientalmente.
