Algunos colectivos parecen no darse por aludidos cuando hablamos de contener el gasto energético, y la reacción más mediática ha sido precisamente en una rueda de prensa deportiva.
El entrenador y uno de los jugadores estrella del equipo francés del Paris Saint Germain (PSG), Christophe Galtier y Kylian Mbappé, se han echado a reír sin complejos cuando un periodista les ha preguntado o propuesto que para un viaje a otra ciudad francesa, por qué no realizaban el desplazamiento en tren en lugar de avión.
Según el diario francés ‘Le Monde’, para este desplazamiento del equipo de fútbol de París a Nantes, el club alquiló un Boeing 737 de 56 plazas. Cada vuelo duró unos 42 minutos sumados a las conexiones en los dos aeropuertos supone aproximadamente unas 4 horas más las esperas. Mientras que ese mismo desplazamiento en tren de alta velocidad habría supuesto un par de horas desde el centro de una ciudad al centro de la otra.
Una huella de carbono muy inferior, menos contaminación y un consumo de combustible también mucho menor, pero no han sido suficientes argumentos para considerar que era una propuesta bastante oportuna, ya que despertó las risas sin contemplaciones de entrenador y jugador.
La reacción fue muy polémica y bastante disparatada dada la situación actual y la tremenda problemática existente en toda Europa con todas las incertidumbres sobre este invierno y los meses más fríos del año.
Sin embargo, para jugar un partido de la liga francesa de fútbol, algo que ocurre todos los fines de semana y en la mayoría de los países europeos, no entra en los planes de esta élite deportiva que puedan buscar una alternativa menos contaminante.
Precisamente una alternativa que en cuestión de tiempo ya merece la pena y que muchos ciudadanos de a pie prefieren antes que soportar las largas esperas de los aeropuertos.
Ni con todas las ventajas del cómodo y rápido tren de alta velocidad, por otra parte no poco contaminante también, pero en cualquier caso, lejos del avión en ese sentido.
Las preocupaciones medioambientales parecen lejos de algunos colectivos elitistas o millonarios con quienes no parece ir esta lucha contra el cambio climático, o en este caso esta contención generalizada del consumo. Y muchos pueden extrapolar esta reacción y pensar que así es en general con todos los deportistas de élite o con los bolsillos que no miran la cuenta corriente.
Muchos ciudadanos están buscando opciones más ecológicas porque también son más económicas, pero ¿qué pasa cuando la economía no pesa en la toma de decisiones? ¿La opción elegida es la más contaminante sin pensar en su impacto?
