Fórmulas innovadoras e ingeniosas y soluciones para cambiar envoltorios, materiales y productos de un solo uso. La transformación social que estamos viviendo gracias a la búsqueda constante de alternativas, sobre todo al plástico, que poco a poco vamos adquiriendo y asumiendo como la única forma de lograr que el planeta no sufra toneladas de residuos y basura.
El pasado 17 de mayo celebramos el Día Mundial del Reciclaje, una acción cotidiana en muchas familias y que de unos años a hoy ha cambiado tanto en datos de recogida doméstica como en repercusión medioambiental.
Un claro ejemplo es el reciclaje textil, consumimos anualmente unos 70 millones de toneladas de ropa, y el novedoso término ‘upcycling’ ha llegado para dar una vida a esos materiales. La industria textil genera el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el planeta, porque no solo es reutilizar el material, es también evitar la energía que se gasta en generar un producto nuevo y es evitar la energía y los residuos tóxicos que se producen al destruir un material ya inservible.
La economía circular se instala en numerosos sectores, y si solo en España se generan 800.000 toneladas de basura textil al año según la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil, la intervención en este sector supone un buen pellizco para el futuro de nuestro planeta. Un dato significativo es también según Google y Lyst, es que la búsqueda de los términos “moda reciclada” se ha incrementado más de un 40% solo en el último trimestre.
El plástico sigue siendo el gran caballo de batalla del reciclaje, y para visibilizar la lucha contra el uso indiscriminado de este material, en Madrid se ha instalado un museo del plástico, ‘The Plastic Museum’ frente al Museo Reina Sofía de arte contemporáneo. Un museo efímero que tan solo ha estado abierto 9 días, y cuyos materiales han sido reciclados en su totalidad coincidiendo con el Día Internacional del Reciclaje este pasado 17 de mayo.
