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Tapones unidos a la botella ¿por qué?

Tapones unidos a la botella ¿por qué?

Lo hemos notado en el tetrabrick de leche o en la botella de refresco, pero ¿por qué ahora los tapones no se separan del resto del envase? Se llama cierre adherido y la decisión la ha tomado la Unión Europea con la intención de reciclar el máximo de estos tapones, que hasta ahora se separaban del resto del envase y no llegaban al contenedor amarillo en demasiadas ocasiones.
La nueva medida quiere que en el verano de 2024 las tapas y tapones de plástico de los envases de un solo uso estén unidos. Una norma que está transformando todo el sector, porque las primeras marcas que lanzaron sus tapones unidos al resto del envase, como Central Lechera Asturiana, han recibido muchísimas críticas por parte de sus consumidores que no entendían la medida y que no ven útil ni cómodo el nuevo sistema.

La polémica ha sido dura desde que llegaron a las estanterías de los supermercados los nuevos cierres adheridos, porque los consumidores no terminaron de ver la funcionalidad. Sin embargo, es una de las medidas que lucha contra los plásticos de un solo uso como en su día las pajitas de cartón sustituyendo a las de plásticos que los consumidores tampoco aceptaron de buen grado.

Tapones unidos a la botella ¿por qué?

La UE ha aprobado una directiva sobre la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente. Y los plásticos considerados ‘de un solo uso’ que dispongan de tapas o tapones “solo podrán introducirse en el mercado si sus tapas y/o tapones van unidos al recipiente durante la fase de uso prevista del producto.” Es decir, que desde el 3 de julio de 2024 no encontraremos un tapón separado de su botella de plástico.

El tapón de una sola pieza es una medida cuyas consecuencias van más allá de la repercusión medioambiental, no solo por su eco en los consumidores que no la han recibido bien, también en los formatos de toda la industria o de su traducción en acciones como la retirada de los tapones de las botellas de plásticos en eventos como partidos de fútbol, y la desaparición de miles de iniciativas solidarias que a través de la recaudación de tapones de plástico lograban obtener fondos para el tratamiento en la mayoría de casos de niños con enfermedades raras.

Tapones unidos a la botella

En esta línea, también está provocando cambios en marcas que, como Coca-Cola, llevan años con un formato similar en todo el planeta. Desde finales del 2022 comenzó su distribución y comercialización de botellas ya con el cierre adherido, incluso por delante del sector y de la obligación legal. Probablemente con la intención de adjudicarse la sensibilidad medioambiental y que luego el resto de la competencia llegara después.
Todos los envases de PET con menos de 3 litros de capacidad deberán llevar el nuevo cierre con el tapón unido, y para ellos la marca de refrescos con sabor a cola más vendida en Europa, ha tenido que embarcarse en un gran reto.
La multinacional a la que Coca-Cola ha encargado esta transición al cierre adherido, Berry Global, tras los primeros 400 millones de tapones unidos a la botella reconoce que “innovar en el diseño del packaging es clave para ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad, con atractivas y funcionales soluciones que responden a las demandas de los mercados”, según ha afirmado su vicepresidente de economía circular e innovación, Thierry Bernet.
Su innovador sistema ‘compactflip’ es una de las soluciones más cómodas por el momento para los consumidores. Se trata de un novedoso tapón que reduce la cantidad de material empleado en su fabricación, en torno al 20% menos de materiales que los tapones anteriores.
Legalmente, la Unión Europea aprobó en junio de 2019 una Directiva por la que se reducía “el impacto de determinados productos de plásticos en el medio ambiente”. Según esta norma, tanto el Consejo de la UE como el Parlamento Europeo, señalan que “las tapas y tapones de plástico utilizados en recipientes para bebidas de plástico son algunos de los artículos de plástico de un solo uso que más se encuentran en las playas de la Unión.”
Desde esa directiva comunitaria, todos los países miembros deben aplicar medidas para que se regule y respete esta norma. Medida que en España se ha incluido en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, y que obliga a partir del próximo 3 de julio de 2024 a que los envases de plástico de un solo uso lleven este sistema.