¿Quién dice que la crema solar, la gorra o la protección no hacen falta hasta que llegue el verano más sofocante? No nos engañemos, estamos ya en índices de radiación ultravioleta muy elevados pese a ser mayo y primavera. Nuestra piel y el sol no se llevan bien, pero ninguno de los dos mira el calendario.
Aunque se alternen los días nublados o lluviosos, incluso días que bajan las temperaturas, con otros más propios ya del verano, ¡así es la primavera! Lo que no podemos es pensar que como aún no hemos guardado las chaquetas ni sacado el bañador, todavía no hace falta el protector solar. Pues sí.
En mayo el sol está ya muy potente y sus rayos son igual de peligrosos que en julio y agosto, por eso ya debemos ponernos protección solar a diario, si el día además acompaña y vamos de manga corta o pantalón corto, crema pantalla total en cara, piernas y brazos. No hay que pensar si somos más morenos o blanquitos, si somos adultos o niños,... ¡Todo el mundo protegido desde ya!
Hay quienes opinan que no se puede prevenir al 100% el melanoma ni los cánceres de piel, pero también podemos darle la vuelta y considerar que toda precaución es poca. Afanémonos en protegernos todo lo posible, sin límites. Seguramente así garantizamos y reducimos al máximo las posibilidades.
Los niños pequeños necesitan un extra de protección, también las personas con la piel más clara que la media, las personas que hayan tenido o tenga una mayor exposición al sol por motivos laborales o de cualquier otra índole, aquellas personas que sufran erupciones o daños en su piel, embarazadas o personas que sufran alteraciones hormonales, si tienes manchas en la piel de la cara, escote,... ¿De verdad crees que necesitan un motivo especial para protegerte más?
La exposición prolongada al sol es un problema y un factor de riesgo irrefutable. Del envejecimiento prematuro por tomar el sol en exceso, durante años o sin protección solar suficiente, al cáncer puede haber un paso, no nos engañemos. Con el sol no se juega, protégete y protege a tu familia.
