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El confort sonoro de tu casa y cómo nos afecta el ruido

El confort sonoro de tu casa y cómo nos afecta el ruido

El tráfico, las obras, gritos, muebles que se arrastran, música alta, tacones pisando fuerte, … todos hemos percibido en algunas viviendas estos ruidos desagradables que si se sufren de forma persistente alteran notablemente nuestro bienestar.

Una vivienda bien aislada no sólo nos protege del frío y el calor y es mucho más eficiente energéticamente, también nos preserva acústicamente y evita nuestra exposición a ruidos incómodos.

Nuestro entorno sonoro, o el de nuestra vivienda, es muy importante. Probablemente si vas a comprarte una casa, antes de tomar esa decisión te pases por la zona unos días para ver si es tranquila, si hay un local de ocio nocturno debajo del edificio, si enfrente justo hay una parada de autobús, etc.

¿Qué sonidos nos alteran más?

  • Tráfico
  • Notificaciones del smartphone
  • Vecinos
  • Obras
  • Sonidos repetitivos (reloj, boli, chicle, tos...)
ruido ciudad

Si la exposición es prolongada durante años, el resultado puede traducirse incluso en enfermedades cardiovasculares o digestivas.

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Fuente: Ikea

¿Podemos proteger nuestra casa de los ruidos molestos persistentes?

Evidentemente los agentes externos a nuestra vivienda se pueden evitar con ventanas con aislantes premium, pero también los aislantes acústicos de nuestras viviendas son importantes, tanto de fachada como de forjados de techo y suelo.

Ruidos persistentes como el tráfico, obras cercanas, música de locales de ocio, o persianas y ajetreo de establecimientos comerciales son algunas de las fuentes acústicas más habituales especialmente en zonas céntricas de grandes ciudades. Dobles cristales o protecciones especiales en la carpintería de aluminio o de madera pueden ayudar notablemente a corregirlos y minimizarlos.

Otras fuentes de contaminación acústica son nuestros propios vecinos, especialmente si vivimos en bloques de pisos. En casos extremos, algunos propietarios incluso instalan protectores acústicos en su falso techo para evitar los decibelios provocados por su vecino de arriba, sus muebles, sus pasos, sus objetos que caen, etc.

En el caso contrario, para proteger a nuestros vecinos de nuestros posibles ruidos, colocar alfombras por ejemplo en el cuarto de juegos de un niño pequeño puede amortiguar los golpes con juguetes y otras molestias sonoras.

Si vivimos en una casa independiente o chalet unifamiliar, evidentemente estaremos expuestos a menos ruidos de nuestros propios vecinos, incluso aunque sea una vivienda pareada o adosada la diferencia con respeto a otro tipo de viviendas siempre será muy notable.

Según la OMS, es ruido aquel sonido por encima de los 65 dB durante el día y los 55 dB durante las horas nocturnas. Sin embargo, si ponemos nuestra canción favorita a un volumen importante, no nos molesta…

Nos encanta escuchar música en función de nuestro estado de ánimo, atender a un podcast, o tener en segundo plano muchas veces la radio o la televisión encendidas para ‘darnos compañía’ que a veces es para evitar un silencio que para muchos es hasta incómodo ya que estamos acostumbrados a vivir en una sociedad que supera los decibelios recomendables.