Los hábitos en verano y vacaciones pueden cambiar, y los piratas informáticos, y ladrones digitales no bajan la guardia, al contrario, están al acecho de los despistes.
Los ciberdelincuentes aprovechan toda ocasión, y durante el verano podemos cambiar algunas costumbres o lugares habituales. Atentos a varios consejos que en opinión de los expertos, son claves básicas que no nos llevemos un ‘ciberdisgusto’.
Desconfía de los chollos. Es una máxima vital, pero en internet a veces los precios de un mismo servicio oscilan mucho. En cualquier caso, desconfía cuando algo es de bueno, bonito y muy barato. Nadie da duros a cuatro pesetas. Si el ‘ofertón’ te lleva vía sms o whatsapp casi seguro que es una trampa o un gancho falso.
No wifis públicas y abiertas gratuitamente. Ya sabemos que su seguridad no es muy férrea, no están protegidas lo suficiente y podrías sufrir un robo de datos y/o contraseñas.
No cargadores públicos. Esos tótem multienchufes con varios cables y diferentes clavijas o usbs puede ser la vía de acceso de amigos inesperados.
Actualiza la copia de seguridad. Nada debería alterar la paz de tus vacaciones, pero si perdemos o nos roban el móvil, que al menos tengamos una copia de seguridad actualizada puede facilitar las cosas para retomar la normalidad tras el disgusto.
Aplicaciones que dejas de usar durante las vacaciones, visítalas con frecuencia. Si hay algún problema en tus aplicaciones bancarias o de gestión de tareas de cierta importancia, si las descuidas durante semanas, puedes llevarte una sorpresa.
Vigila tus contraseñas y renuévalas cada cierto tiempo. En vacaciones puede ser un buen momento para resetear y cambiar algunas. Siempre es recomendable tener varias y no una única para todo. Además incluye caracteres especiales y/o números para que tengan mayor seguridad.