Las políticas medioambientales pasan por apoyos tácitos, subvenciones y/o ayudas a actividades sostenibles o, por el contrario, con impuestos, sanciones, cánones a aquellos ejercicios cuya huella de carbono sea contaminante.
Las políticas medioambientales pasan por apoyos tácitos, subvenciones y/o ayudas a actividades sostenibles o, por el contrario, con impuestos, sanciones, cánones a aquellos ejercicios cuya huella de carbono sea contaminante.
Las autoridades europeas llevan años luchando y fomentando este tipo de iniciativas entre los gobiernos estatales. Hoy, según los últimos datos de Eurostat, nuestro país está a la cola europea en recaudación de impuestos verdes. España recauda en impuestos ambientales un 1,77% de nuestro PIB, lejos de la media de la UE situada en el 2,37%.
Los organismos internacionales ya han llamado la atención a España en varias ocasiones precisamente por esta falta de determinación a la hora de imponer impuestos que graven las actividades más contaminantes. La transición ecológica no parece fácil, es controvertido gravar actividades que pueden hacer injusta esta transición por ejemplo con aquellos colectivos profesionales como agricultores y transportistas, o determinadas zonas por ejemplo rurales donde el uso del transporte privado tiene menos alternativas.
Las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea e incluso la OCDE han sido claras hacia nuestro ejecutivo en materia de impuestos verdes. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los retos de descarbonización de la economía pasan por reducir las emisiones de forma disruptiva, y el modelo tiene que cambiar con intervención.
En España actualmente el consumo de carburantes fósiles en el transporte acumula el 30% de las emisiones de efecto invernadero de nuestro país. Gravar con impuestos energéticos podría solucionar al menos una reducción notable de estos consumos, e ir potenciando la búsqueda de alternativas en el transporte y de otros combustibles.
Compensaciones para los colectivos más vulnerables y lograr una transición ecológica justa sin agravios, es una necesidad para los ejecutivos, por eso la disyuntiva pasa por imponer políticas que optimicen la energía, que reduzcan los consumos y busquen fuentes energéticas limpias para que nuestra salud mejore, luchemos contra el cambio climático pero no sea la economía la que tenga que amortiguar ese salto de modelo.
¿Qué es el ‘Green Deal’? Un gran pacto verde de Europa para convertirnos en el primer continente climáticamente neutro.
El cambio climático y la degradación del medio ambiente son una amenaza existencial a la que se enfrentan Europa y el resto del mundo. Para superar estos retos, el Pacto Verde Europeo transformará la UE en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, garantizando que:
El Pacto Verde Europeo es también nuestra cuerda de salvamento para salir de la pandemia de COVID-19. Un tercio de los 1,8 billones de euros de inversiones del plan de recuperación NextGenerationEU y el presupuesto de siete años de la UE financiarán el Pacto Verde Europeo.
- hayan dejado de producirse emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050
- el crecimiento económico esté disociado del uso de recursos
- no haya personas ni lugares que se queden atrás.