“Los ladrillos de Lego han sido muy útiles para nuestra investigación y experimentos al ayudarnos a cultivar pequeños fragmentos de coral en nuestros viveros de acuarios antes de trasplantar el coral de nuevo al océano, ya sin las piezas de Lego, que se reutilizarán para futuros proyectos,” reconoce el investigador del Instituto de Ciencias Marinas Tropicales de la Universidad Nacional de Singapur, Neo Mei Lin.
Suspendidos en el aire y en hilos de pescar los corales y las piezas de Lego se desarrollan en tanques de agua salada junto con fragmentos de arrecifes, percebes, ascidias marinas, almejas gigantes e invertebrados marinos como los erizos de mar, pepinos marinos, entre otros elementos.
Gracias a piezas del famoso juguete de construcción ‘Lego’ en Singapur, biólogos marinos están reconstruyendo barreras de coral. Parece un juego de niños, una idea infantil, pero estas pequeñas piezas ayudan en los arrecifes naturales del fondo marino a luchar contra su deterioro.
Por ahora es solo un experimento, pero la investigación va viento en popa para lograr ayudar a proteger los corales. La idea se está desarrollando en un laboratorio de agua salada en una pequeña isla y trata de buscar soluciones al envejecimiento y los desperfectos que el paso del tiempo ha dejado en los corales.
La actividad portuaria, el desarrollo urbanístico costero o la recuperación de tierras han ido mermando y deteriorando los corales de los fondos marinos en las islas que componen Singapur, y los biólogos marinos llevan años estudiando cómo ayudar a recuperarlos.
“Nuestros arrecifes pueden no ser tan bonitos o coloridos como los de Australia o las islas Maldivas, pero son muy resistentes dados los altos niveles de estrés y contaminación que han tenido que soportar a lo largo de los años, y eso es un signo único y muy alentador”.
“El cambio climático se está moviendo más rápido de lo que podemos imaginar, pero nuestros arrecifes de coral han demostrado ser mucho más resistentes de lo que pensamos, habiendo sobrevivido en entornos marginales y altamente urbanizados”, reconoce Neo.
Para rejuvenecerlos se está ayudando a sostener por ejemplo el peso con pequeñas piezas de ‘Lego’. “Los ladrillos Lego desmontables resultaron muy útiles para ayudarnos a mantener los corales y las almejas gigantes en su lugar. Ya que necesitábamos superficies planas y estables en el fondo marino.”
En Hong Kong otra solución para paliar este deterioro de la biodiversidad marina fue imprimir en 3D piezas y elementos para repoblar los arrecifes muertos o dañados y facilitar su reproducción.
El país asiático compuesto por más de 60 islas, tiene un valor en los fondos marinos y su conciencia medioambiental para protegerlos va en aumento especialmente en los últimos años ante un aumento en la detección de ese deterioro.