Corrientes naturales de aire para favorecer la renovación y sustituir el vapor de agua, ya que solo por respirar, cocinar o encender el fuego generamos un elevado porcentaje de vapor de agua que resulta más que recomendable eliminar de nuestros interiores en casa.
La ventilación es imprescindible en nuestro hogar, por bienestar y por salubridad. Nos aporta el oxígeno necesario para la respiración y oxigenación de plantas y seres humanos en el interior, elimina los humos tóxicos, evita la condensación, los malos olores,… El sentido del olfato agradece enormemente una buena ventilación pero es que además se agudiza y perfecciona nuestra nariz con una ventilación correcta y eficiente.
Evitar el aire cargado por un aire fresco es el principal objetivo al ventilar, así traemos el aire deseado en lugar de soportar aires empobrecidos de oxígeno, o lo que llamamos ‘cargado’. Un aire oxigenado previene dolores de cabeza y mejora incluso la creatividad y la concentración.
El olor es un estímulo sensitivo que podemos disfrutarlo cuando usamos perfumes o ambientadores en nuestro hogar, o cuando decimos que ‘huele a lluvia o tierra mojada’, a un buen guiso y nos resulta muy agradable. Si decidimos usar ambientadores o fragancias para el hogar o la oficina, es imprescindible ventilar de manera natural incluso más tiempo o con más frecuencia para eliminar los restos de ese agente artificial, agradable, pero artificial.
Sin embargo, la intensidad de un olor puede determinar que pasemos a catalogarlo como ‘desagradable’. Porque todos hemos sufrido un olor que en un primer momento nos parece atractivo o placentero, pero en una intensidad muy elevada pasa a molestar y queremos evitarlo. El umbral del olor, al igual que el del dolor, existe y depende de cada persona, a veces la exposición prolongada puede modificar este umbral. Por ejemplo, algunos productos habituales en nuestro puesto de trabajo, a los que nos acostumbramos y dejamos prácticamente de olerlos.
Existen cantidad de parámetros de medición de la calidad del aire percibido, sea en casa, en la oficina, establecimientos hosteleros, etc. En arquitectura es habitual estudiar varios tipos de ventilación natural que el código técnico, el CTE, establece como recomendables. Hay variedades automáticas, híbridas,… El objetivo es favorecer una ventilación eficiente que ayude al bienestar de los ocupantes del inmueble y que garantice en todo momento una excelente calidad del aire interior.
La ventilación natural, normalmente la ventilación cruzada, es la solución más eficiente, saludable y ecológica, por eso y porque nuestra cultura la defiende y valora es la más habitual y recomendable. Y es cierto, porque será por el clima o por la idiosincrasia, pero irrefutablemente nos gusta abrir las ventanas en casa y dejar pasar el sol y la luz natural.
