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Nuevo estilo kinfolk, el bálsamo de tu hogar

Frente a una sociedad acelerada, tu decoración es pura serenidad. Reducimos decibelios y velocidad para encontrar la belleza de tu hogar en la sencillez, lo artesano y el ‘slow living’. Una tendencia que gana popularidad… ¡Descubre la tendencia decorativa más de moda!

Como alivio y oasis en un mundo adicto a la inmediatez y la velocidad, esta tendencia decorativa conocida como ‘kinfolk’ desembarca en vidas rápidas para frenar y reducir decibelios, revoluciones y velocidad. Buscamos los colores de la naturaleza y la conexión con la esencia humana en lugar de con el mundo ‘hiperconectado y tecnológico’.

El estilo Kinfolk surge como una especie de bálsamo en una sociedad que busca con la decoración ambientes que destacan y ponen en valor lo natural, la belleza esencial y cotidiana. Basada en la serenidad y la calma, esta moda decorativa se basa precisamente en pasar desapercibida, en la sencillez y la conexión humana.

Espacios muy funcionales, serenos y cálidos para romper con otras decoraciones puramente estéticas, que logran un gran éxito especialmente por su utilidad. Hoy esta tendencia se ha convertido en una de las más buscadas, de las soluciones de espacio y belleza discreta que más adeptos suma. Además, este tipo de decoración ‘kinfolk’ logra sorprender y salir de lo convencional, fuera de estilos decorativos más tradicionales.

Los estudios de diseño de interiores más innovadores apuestan desde hace tiempo por las precisas de esta tendencia por todo lo que logra aportar a un hogar, desde la funcionalidad a la originalidad y, especialmente por generar ambientes de calma, tranquilidad y sosiego.

Más que un estilo decorativo, las premisas de kinfolk hablan de una forma de vida, una filosofía basada en ser más conscientes y sostenibles y capaz de alcanzar también la ropa y otros complementos. Una tendencia en el diseño de interiores que ha ganado una gran popularidad en los últimos años y que se basa en lo simple, el minimalismo y la conexión con lo natural y nuestras raíces.
Un hogar confortable, útil y versátil a la vez que calmado, despejado, con materiales naturales y pocos elementos decorativos. Lejos de una vida llena de estímulos y sobreinformación, las fórmulas kinfolk son sencillas, incluso humildes.

Para muchos, este estilo toca muchos puntos de los ambientes escandinavos como la madera y el toque minimalista. Sin embargo, también incluye toques de decoración rústica, étnica y colonial por su pasión por lo artesanal. Con ello logramos hogares cálidos, acogedores, sencillos y cómodos donde ‘menos es más’.

kinfolk

Tejidos naturales en textiles, preferiblemente colores lisos sin grandes estampados y tonos neutros discretos. Algodón, lino, fibras naturales, madera, piedra… son los materiales preferidos. En cuanto a la paleta cromática los tierras, verdes y azules suaves son los más acordes con la estabilidad y serenidad que busca toda la decoración kinfolk.

Este estilo combina a la perfección lo natural con el minimalismo, ya que todo está escogido con premeditación para que nada sobre y todo sea útil. Se huye de ambientes recargados ni complementos decorativos superfluos. Todo lo que sobra estorba visualmente, resta amplitud y provoca desorden, tanto estético como en la filosofía de vida alejada del consumismo. Eso no significa que no escojamos velas, plantas naturales o artificiales, cuadros, lámparas, alfombras o mesas auxiliares que hacen de nuestro hogar una casa única gracias a sus líneas depuradas, limpias y rectas.

salón kinfolk

Combinaciones eclécticas, donde varias tendencias decorativas conviven en armonía y sin estridencias, así logramos que nuestro hogar se convierta en un remanso de paz visual y mental. ¡Convierte tu casa en un oasis de serenidad con la decoración kinfolk!