Muchos han criticado a la mujer de Cristiano Ronaldo, a Georgina Rodríguez, en unas fotografías en bikini en las que, presuntamente, se notaba ‘más dejada físicamente’ de lo que nos tiene acostumbrados. Una conocida influencer, Marina Llorca, pronto salió al quite para criticar precisamente la naturalidad que defendemos pero criticamos.
“Exigimos naturalidad, pero cuando la vemos, la despreciamos”, es la sentencia de la influencer que además de defender la imagen real de la pareja del futbolista, se hizo unas fotos en una posición similar y con una luz intensa y directa como Georgina.
La idea era imitar la foto para ver que es difícil salir favorecido con esa situación: “desprevenida, con una luz fuerte, relajada y sin maquillaje. Tal como es, tal como podríamos ser cualquiera de nosotras”. “Las descalificaciones y burlas hacia su cuerpo no han tardado en aparecer. Que si celulitis, que si barriga, que si dejadez… ¿Hemos olvidado que ha pasado por un parto?”.
No es el único ejemplo de estereotipos y mujer que saltan a los titulares. A veces para criticar con frivolidad, a veces para poner en valor los ‘cuerpos reales’.
Cuando la salud mental y todas las problemáticas que acarrea están de moda, y todos se suben al carro de defender un cuidado mental y formación para tenerla en cuenta mucho más para evitar que continúe siendo un tema tabú, justo ahora, surgen este tipo de polémicas.
La estabilidad emocional de una mujer tras un parto es muy débil, si además en ese parto ha perdido a uno de los dos bebés, el cóctel hormonal y de sentimientos debe ser muy duro. No estamos preparados para perder a un bebé, ni siquiera antes de nacer.
Georgina y Cristiano esperaban mellizos, pero durante el embarazo anunciaron que ya solo esperaban la llegada de unos de los dos. Será su 'niña arcoíris', un niño arcoiris es un ángel, un hijo que llega tras la pérdida de otro.
"Es el dolor más grande que unos padres pueden sentir". Solo el nacimiento de nuestra hija nos da fuerza para vivir este momento con algo de esperanza y felicidad". "Bebé, eres nuestro ángel. Siempre te amaremos" , compartían Cristiano y Georgina en sus redes sociales.
Una situación muy dramática para los padres y hermanos de esos bebés, que sufren millones de padres cada año y de la que poco se habla y tiene muy poca visibilidad social. Perder a un hijo no es fácil de vivir ni superar, en general la muerte es algo con lo que al ser humano le cuesta lidiar.
La frivolidad de hablar del cuerpo y las curvas de Georgina en un momento vital tan sensible demuestra que nuestra sociedad no está a la altura de los terribles zarpazos que la vida nos da más a menudo de lo que se ve en las revistas del corazón y los telediarios.
