El Banco Central Europeo parece que volverá a subir los tipos ante una inflación que no cede y que sigue disparando los precios. Pese a todo, “veníamos de mínimos históricos y las hipotecas siguen siendo muy baratas”
Los precios en el mercado inmobiliario no ceden ante una inflación que no parece inmutarse pese a la subida de tipos del BCE, por eso no se descarta una inminente segunda subida. Tras seis años en negativo, el euríbor paso a ser positivo en abril, y en junio sufrió su mayor subida en los últimos 14 años. Eso son los datos, pero hay matices significativos, porque veníamos de una situación de hipotecas baratas nunca antes vivida. La financiación sigue siendo muy competitiva, incluso aunque no sea tan barata como hace unos meses.
“Veníamos de mínimos históricos. Las hipotecas fijas ahora empiezan a subir pero aún siguen muy por debajo de los tipos de interés que hubo en 2015. Siguen siendo hipotecas muy baratas, aunque ya no son tan espectaculares,” afirma la portavoz de iAhorro, Laura Martínez.
Los préstamos hipotecarios se han encarecido tras las decisiones del BCE en cuanto a política monetaria, lo que ha provocado que se dispare la tendencia de buscar hipotecas de interés variable por las de tipo fijo, que ahora se sitúan en torno al 1,5% y el 2%, y hasta hace unos meses podía encontrarse en algunas entidades bancarias y gracias a bonificaciones, por debajo del 1%.
Según la opinión de los expertos, este cambio supone una subida en las hipotecas de entre 800 y 1.800 euros al año de media. Una cantidad “que no pone en peligro la morosidad a una familia”, como indica Marta Fernández de Hipotecas.com, pero que sí se suma al encarecimiento de los precios generalizado por la inflación.
Aquellos propietarios que tienen una hipoteca referenciada al euríbor, o de tipo variable, están muy atentos a las decisiones del Banco Central Europeo y si finalmente volverá a subir los tipos este septiembre. Los analistas auguran que a final de este año el euríbor podría superar el 1%, aunque ahí la controversia es amplia y encontramos expertos que lo sitúan en ese 1% y otros que creen que alcanzará hasta el 1,75%.
Todas las previsiones estiman que la compra de vivienda siga fuerte, la demanda no decae y la financiación pese a la subida del euríbor y pese a la subida de tipos, sigue siendo muy competitiva, incluso aunque no sea tan atractiva como hace unos meses. Los consumidores deben tener claro que la situación ha cambiado de ‘muy buena’ para el comprador que pide una hipoteca, a ‘buena’, pero estamos en unos datos muy beneficiosos todavía para aquellos que pretendan endeudarse para comprar una casa.
La política monetaria restrictiva es aquella que sube los tipos de interés para luchar y contrarrestar la inflación. Subir el precio del dinero significa contraer el consumo y por lo tanto contener los precios por esa vía. Sin embargo, nada tiene que ver la subida de tipos con una burbuja en el sector inmobiliario.
La subida de precios de la vivienda es consecuencia del encarecimiento de la vida, materias primas, transportes, mano de obra, y en concreto con el sector de la construcción con la subida del precio de los terrenos y suelos urbanizables y la escasez de stock de viviendas. Una situación muy alejada de la famosa y temida ‘burbuja inmobiliaria’.