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La calma de un hogar en verde oliva

Paz y sosiego, elegancia y versatilidad. El verde oliva es tendencia por su poder transformador. Capaz de lograr el ‘match’ perfecto con los colores naturales como terrosos o blancos, es tu color imprescindible este otoño.

Cercanos a los tonos neutros, pero con mucha más originalidad, es un color alegre y discreto a la par. El verde oliva u olivo, es capaz de aportar una gran personalidad, pero desde un segundo plano y combinar con un gran número de tonos y gamas cromáticas.

El verde oliva está de moda para este otoño en gran parte porque combina con negros y blancos, pero también con tonos tierra como marrones, naranjas, mostaza, beige…, y, sorprendentemente, también hace un ‘match’ perfecto con rosa palo, rosa fucsia, azul celeste, azul denim, marino, rojo…

¿Y dónde decorar con verde oliva?

En baños, dormitorios principales, juveniles e incluso infantiles, despachos, zonas de juegos, cocinas, entradas, salones…. ¿y por qué no?

Las paredes con pintura o papel pintado en verde oliva llenan la estancia de vitalidad y elegancia, aportan color sin saturar ni eclipsar al mobiliario, por lo que cualquier pared es idónea para plantearnos un toque de color. Además, conseguiremos contrastes únicos muy estilosos.

Los suelos también pueden ser conquistados por este tono tan atractivo, ya que tiene la versatilidad para hacer acogedora la estancia sin absorber al resto de elementos. Los muebles de cocinas y baños también resultan muy estéticos con los frontales en tonos oliva, y es muy recomendable destacar tiradores por ejemplo en negro o dorado.

También puedes salpicar con verde oliva otro mobiliario como una consola en una entrada o hall, un aparador de un salón, un espejo, un marco XL, una lámpara de pie o de sobremesa, sillas, mesas auxiliares…

Los textiles son los reyes para hacer acogedora una vivienda y convertirla en un verdadero hogar, y el tono verde oliva es idóneo para dar calidez a través de cojines, alfombras, pantallas de lámparas, plaids, cortinas o estores…

Los objetos de pequeña decoración siempre son más fáciles para arriesgar e incluir tonos atrevidos, en este caso la idea sería combinar elementos y colores para ganar profundidad y diversión. Por ejemplo, varios jarrones o marcos en varios tonos como beige, blanco y verde oliva. ¡Contrastes infalibles!