Su uso está recomendado de manera puntual y un máximo de tres o cuatro días, sin embargo, sus efectos a corto plazo son tan contundentes que muchas personas abusan de ellos inconscientes de sus consecuencias.
Miles de personas en toda España sufren perforación del tabique nasal por el uso continuado de determinados sprays nasales. ¿Cómo es posible?
Por un lado, el bienestar que son capaces de producir y la descongestión que provocan cuando tenemos la nariz taponada y nos cuesta descansar, dormir, respirar y llevar una vida ‘normal’, que nos acostumbramos rápidamente a usarlos como solución eficaz y rápida.
Por otro lado, entre sus componentes hay algunas sustancias placenteras o inhibidoras del dolor, capaces de crear cierta ‘adicción’. Así que se acumulan varios motivos que suman para no olvidarnos del famoso spray nasal descongestionante vasoconstrictor.
Su rápida acción juega en contra en aquellas personas que sufren rinitis de cualquier origen. Sin embargo, sus efectos son beneficiosos en ocasiones muy muy puntuales, cuando su uso se generaliza se traduce en una cronificación de los síntomas. Y así entramos en un círculo como la pescadilla que se muerde la cola, como tengo congestión lo tengo que usar, y como lo uso continuamente, sigo con congestión.
- Rinitis alérgica
- Rinitis
- Sinusitis
- Desviaciones del tabique nasal
Más de un tercio de la población española sufre rinitis crónica, es decir, la más habitual de las enfermedades crónicas conocidas. Además de que la sufre un alto porcentaje de personas, especialmente la alérgica, hay muchas que deciden comprar este tipo de espráis que no precisan receta médica y tiene un coste asequible en cualquier farmacia.
Lo que no saben muchos de ellos, pese a que lo adviertan los farmacéuticos y los prospectos adjuntos, es que sus riesgos y peligros son muy elevados. Los efectos secundarios de los espráis nasales son muchos e importantes si no se hace un uso adecuado de ellos:
- Sistema cardiovascular: cardiopatías isquémicas o hipertensión.
- Efecto vasoconstrictor en la nariz, reduciendo el riesgo sanguíneo
- Reducen el volumen de los cornetes, evitando su función de filtrado del aire
- Potencia el riesgo de taquicardias y subidas de tensión arterial
- ‘Efecto rebote’ o cronificación de la congestión nasal o ‘rinitis medicamentosa’
- Provoca adicción o uso compulsivo en el paciente
- Llega a causar perforación del tabique nasal
¿Por qué no necesitan receta o se limita de alguna forma su uso y su venta? Se trata de medicamentos que tienen una justificación médica en un inicio, el problema surge en el mal uso o uso indiscriminado de ellos. De ahí que legalmente, y pese a peticiones de muchos colectivos sanitarios, no se haya limitado su venta al público en las farmacias.
La mejor recomendación es dejar su uso, acudir al médico y sustituirlo por lavados nasales con agua marina, beber muchos líquidos, evitar el tabaco y dormir con almohadas para no estar totalmente tumbado.