En este momento estás viendo <strong>Farolas y cebreados inteligentes, big data y seguridad vial</strong>

Farolas y cebreados inteligentes, big data y seguridad vial

iot-video

Los avances de las nuevas tecnologías nos posibilitan grandes mejoras en nuestra seguridad vial, y muchos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid ya las están implantado. Gracias a proyectos piloto y al internet de las cosas, por ejemplo, las farolas se encienden cuando va a pasar una persona por el paso de peatones, o incluso el propio cebreado se ilumina. 

Los semáforos son capaces de regular el tráfico según el volumen de coches que en ese momento circulen por esa zona, e incluso gracias al big data se puede determinar cuándo habrá que vaciar los contenedores.

Estas nuevas tecnologías posibilitan desarrollar una gestión mucho más eficiente y sostenible de una ciudad, donde todo está planificado para mejorar todas las partidas involucradas. En el Madrid del futuro y otras ciudades de la comunidad, encontramos sistemas hiperconectados en espacios urbanos inteligentes ciberseguros.

El Internet de las cosas, IoT, es capaz de poner las herramientas necesarias para interconectar sistemas del paisaje urbano como papeleras, farolas, semáforos o sistemas de riego con una seria de sensores que determinan su uso. Así, si monitorizamos el riego de una zona y ha llovido, sus sensores inteligentes detectan humedad y no se activan. También se pueden apagar si, al contrario, perciben que se ha quedado abierto una fuente pero nadie la usa.

IoT

O, si los sensores detectan que el volumen del tráfico es superior al habitual, el semáforo para peatones se espacia algo de tiempo más para descongestionar el atasco. Son sistemas inteligentes para ciudades eficientes, capaces de adaptarse en tiempo real a las circunstancias concretas para optimizar recursos.

También para mejorar nuestros sistemas preventivos de seguridad vial, porque la iluminación de un paso de peatones sólo cuando una persona va a cruzar, además de optimizar el gasto eléctrico, mejora de forma insustituible la atención del conductor sobre ese punto. También los semáforos emitirán señales luminosas y ‘parpadearán’ si un peatón está cruzando para alertar a los conductores.

En España los índices de atropellos en ciudades no son para sacar pecho, solo en Madrid en 2022 más de 1.400 personas fueron atropelladas. Por lo que hay mucha tarea en materia de seguridad vial y, en concreto, sobre los cruces de calzada de los peatones.
La calidad de vida de una ciudad también se mide en su seguridad, y muchos de estos elementos y sistemas interconectados para optimizar y mejorar la sostenibilidad tanto económica como ambiental y social, es imprescindible hoy en día.
Muchas de estas pruebas piloto se desarrollan en el laboratorio IoTMADLAB de la Universidad politécnica de Madrid para avanzar en temas que aunque nos suenan futuristas, son soluciones muy del presente e imprescindibles por ejemplo en el terreno de eficiencia energética o seguridad vial.

iotmadlab

Existen tecnologías llamadas ‘emergentes’ o en período de experimentación, que gracias a hub o laboratorios de investigación se van poco a poco desarrollando en aplicación concretas que convierten sus potenciales ventajas en tangibles. Así, los equipamientos municipales pueden ‘hablar un lenguaje común’ para que entre ellos se comuniquen y esa hiperconectividad garantice su eficiencia. Bien en el terreno ambiental con una reducción de emisiones contaminantes y un menor gasto energético, o su traducción económica. O bien, en materia de seguridad para los habitantes de un municipio o gran ciudad.
Farolas inteligentes, botones del pánico o cabinas de paquetería con carga inalámbrica, son algunas de las soluciones ‘smart’ que plantea el laboratorio del campus de Montegancedo de la Universidad Politécnica de Madrid que junto con el ayuntamiento de la capital desarrollan nuevos programas piloto.
La transformación digital de las ciudades se ayuda de nuevas tecnologías como sensores inteligentes, robots o lenguajes de hiperconectividad para mejorar nuestra seguridad y garantizar el mejor uso de todos ellos. El futuro aplicado en nuestro presente porque la tecnología avanza y ya nos puede mejorar la vida.