Los textiles en primavera y verano se transforman, la luz es diferente y las sensaciones que nos transmiten también cambian con el sol cálido. Nos aportan ligereza en visillos muy livianos que el aire mueve a su capricho y nos dan alegría con colores intensos y arriesgados.
Nuestro estado de ánimo también se ve alterado especialmente de cara al buen tiempo, ya lo dice el refrán, ‘la primavera la sangre altera’, y ahora sentirnos cómodos en casa también depende de modificar algunos detalles sencillos pero que nos ayudarán a notar ese equilibrio en nuestro hogar.
Lonetas, linos, tejidos ligeros y suaves para aportar frescura al ambiente. Y seleccionar colores naturales y neutros como piedra, hueso, grises o beiges que nos dan luz y claridad a las estancias.
En esta época podemos sustituir algunas piezas y buscar nuevas combinaciones para dar un aire nuevo a nuestro hogar.
Combinar muebles y tejidos es un arte milenario. Las maderas oscuras, decoración vintage o industrial con toques negros y metálicos, se acomodarán perfectamente con colores intensos y alegres.
Las fibras naturales y las tonalidades pasteles o neutras, más suaves y menos arriesgadas maridan muy bien con forja y con muebles de maderas naturales o colores claros. Verdes y azulados resultan originales sin ser incisivos.
Los contrastes ayudan en las combinaciones de ambientes, logran que te arropen y conviertan el espacio en un hogar acogedor. También en verano y primavera nos atraen los ambientes acogedores y cálidos.
Estampados étnicos o florales como rosas, hortensias, limones o vegetación en tonos verdes con ramas, aportan un aire fresco a nuestra casa. Alegría y motivos primaverales en nuestras mantelerías, cojines, pantallas de lámparas, visillos y cortinas.
Los textiles en los dormitorios también se llenan de primavera con estampados inundados de vegetación y con pequeños objetivos de colores intensos que llenan la habitación de nuevas vibraciones. La ropa de cama, cojines, colchas o sábanas se visten de alegres colores en tonos pasteles y las ventanas se descargan con cortinas más livianas.
Telas finas muy descargadas en todas las ventanas de la casa, tanto en cocina y baños, como en las estancias más elegantes. Huimos de la opacidad y los tejidos gruesos, obtener el máximo de claridad es el objetivo en todas las estancias de la casa.
Apetece andar descalzos sobre alfombras de tejidos naturales como el cáñamo, esparto, cuerda, ratán o yute, siempre en los tonos claros de estas fibras. En los salones las mantitas no desaparecen durante los meses de verano, pero si son evidentemente más ligeras o caladas y en tonos suaves y luminosos.
Podemos incorporar nuevos objetos decorativos pequeños como cajitas decorativas o jarrones y botellas de cristal en colores intensos. La idea es que nuestra casa también distinga las diferentes épocas del año y algunos toques ayudan notablemente a que la primavera también florezca en casa.