Objetivo 2026: retirar objetos excesivos o desordenados con colores que nos saturan y nos envían demasiados estímulos sensitivos a nuestro cerebro. El ruido visual es todo aquello que no crea las sensaciones que buscamos en nuestro hogar como calma, energía positiva y armonía. ¡Descubre tu decoración sin ruido visual!
Desde hace años, la decoración se ha demostrado como una de las grandes aliadas de nuestra paz mental y el bienestar emocional, y en nuestro hogar pasamos muchas horas, especialmente en los meses más fríos del año.
Tu casa es tu refugio de paz, es tu espacio cálido, acogedor en el que te sientes pleno y a gusto. Todo esto no es fortuito, al contrario, cada vez se conoce más de estos beneficios del diseño de interiores en nuestra psicología.
Un hogar no se mide solo en metros cuadrados, sino en sensaciones. Y la más valiosa de todas es la calma. A menudo, sin darnos cuenta, llenamos nuestras estancias de un enemigo invisible: el ruido visual. Este fenómeno ocurre cuando el exceso de objetos, la mezcla desordenada de colores o la saturación de texturas envían demasiados estímulos al cerebro, impidiendo que descanse y se sienta aliviado y en paz.
Esta tendencia tan en boga no se resume en la vuelta del minimalismo y en el “menos es más”. Se trata de no acumular, efectivamente, pero también de pensar la distribución, coordinar los colores, las texturas…. Así que el éxito para lograrlo no reside en el minimalismo extremo, sino en la intencionalidad. No se trata de vaciar la casa, sino de elegir mucho mejor, todo lo que se queda.

Para los incrédulos, es imprescindible que tengan claro que al reducir el ruido visual se logra que los espacios "respiren", ganen amplitud e incluso luminosidad. ¿Te atreves a hacer la prueba en casa? Aprovecha al retirar la decoración navideña, punto de inflexión en el año en el que nos replanteamos nuestra decoración y el diseño de interiores de nuestros espacios al devolverle su status quo ya sin Papás Noel ni árbol de Navidad.
Para lograr ese silencio estético o la reducción del ya ‘hiperconocido ruido visual’, la coherencia es clave. Una paleta de colores unificada y el uso de materiales naturales actúan como un bálsamo visual. Ya que cuando los muebles dialogan entre sí en lugar de competir, el ambiente recupera su armonía. Del mismo modo, el orden no es solo limpieza, es diseño: superficies despejadas y un almacenaje inteligente transforman el caos en serenidad.
Cuando varios objetos luchan por el protagonismo te saturan visualmente todo el conjunto, sin llegar a alcanzar ninguno de los dos su objetivo. Al contrario, cuando muchos gritan, no se escucha a nadie, y en la decoración, ocurre exactamente igual.
El manifiesto que tu hogar necesita para aportarnos calma sin ruido:
- Nostalgia y emoción gracias a menos objetos, pero con más significado.
- Armonía cromática con tonos que fluyan y no griten.
- Texturas honestas de materiales naturales que aporten calidez.
- Espacio negativo, o lo que supone dejar superficies vacías para que la vista descanse.
- Ocultar para ordenar, es decir, almacenaje cerrado para lo funcional, estanterías para lo bello.
Al eliminar lo superfluo, no solo ganas espacio; ganas bienestar. Si todos los mandos de televisión, equipos de iluminación, sonido, videoconsolas..., descansan sobre la mesa, inevitablemente distorsionan tu visión de esa estancia. Prueba a colocarlos todos dentro de una cesta de mimbre, o una caja cerrada, o un libro falso cuyo interior hueco sirve para ocultar objetos. ¿Te atreves a transformar tu casa en un hogar lleno de armonía y buenas vibraciones?