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El gran cuadro de líneas desdibujadas

Un único cuadro de gran tamaño que se centre en el hueco de una pared como elemento protagonista, en tonos neutros y quizá solo un color intenso para darle mayor personalidad. O bien varios tamaños y alturas combinados en el mismo espacio y con el mismo motivo decorativo.

Los cuadros siempre han sido el toque especial de las casas, ese punto diferente ante muebles que al final podían pasar más desapercibidos. La tendencia hoy es apostar por grandes tamaños y colores neutros con un único tono que destaque más enérgico. En estilos y ambientes modernos aparecen cuadros en solitario y combinados dentro de la misma creatividad.

Muchos fabricantes facilitan la posibilidad de hacer diversos tamaños de una misma creatividad para diversos espacios o para combinarlos entre sí. En los ‘collages’ de varios cuadros en la misma medida o diferentes, la sensación que suelen aportar es calidez y crear ambientes muy acogedores.

Los grandes cuadros con tamaños imponentes suelen aparecer con colores suaves para cargar menos ante las dimensiones de la pieza. O bien son monocromáticos o solo tienen un tono más arriesgado y el resto son neutros. Sin embargo en tamaños más convencionales los colores surgen más intensos.

¿Abstracto o realista? Hoy las líneas abstractas y las acuarelas suaves son tendencia evidente en todos los estilos decorativos y de estilo. Los motivos suelen pasar de moda rápidamente, y cuanto más arriesgados son, probablemente antes lo hagan. Alas, cuernos, collares étnicos, animales exóticos, son muchos de los objetos que actualmente ocupan nuestras paredes, pero no lo hacen con trazos realistas, al contrario, líneas desdibujadas y trazos difusos.

Enmárcate sin quitar protagonismo con líneas escuetas y rectas. Óleos sobre lienzo son un básico ya en nuestros hogares, prueba a enmarcarlos en una caja americana en para no restarle protagonismo pero engrandecer y destacar sus líneas y colores. Marcos estrechos, discretos, delgados y sin cristal. En tonos naturales como madera de haya o roble, blancos, grises, visón o en tono piedra. Pasan muy desapercibidos pero cambian radicalmente las sensaciones que aporta el cuadro.

¿Has pensado en ese espacio más reducido que está desnudo? Coloca un cuadro más pequeño en el hueco de la subida de la escalera, de la entrada junto a la puerta, del descansillo al baño. Cuadros pequeños, más reducidos pero con el mismo carácter. Llena de creatividad ese hueco en la pared con una única pieza bien colocada. Espacios pequeños llenos de estilo.

Arte al cabecero de la cama. Es arriesgado pero hay quien apuesta por colocar cuadros grandes en los dormitorios e incluso como cabecero en la parte superior de la cama. Es muy importante considerar el espacio de la habitación antes de colocar un cuadro de determinadas medidas, ya que para disfrutarlo y lucirlo desde enfrente, la estancia debe tener un mínimo de espacio y amplitud, si no el efecto será poco recomendable y colapsará el dormitorio.