Las emisiones contaminantes emitidas a nuestra atmósfera se han incrementado un 5,7% durante el 2021 en comparación con el año anterior. Mal dato y mala tendencia, aunque debemos contextualizar que el 2020 fue un año con muchas restricciones en el tráfico o la industria por los confinamientos de la pandemia que redujeron de manera extraordinaria las emisiones de CO2.
Rozando los 300 millones de toneladas de CO2, es el último dato ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística, que con todos los matices, pero no es nada positivo ni halagüeño. Aunque todos los analistas medioambientales afirman que la tendencia de las emisiones de efecto invernadero en nuestro país van a la baja y descendiendo progresivamente aunque muy lento.
En 2008 se registraron unas 419 millones de toneladas de CO2, por lo que la reducción sí es significativa con el dato de este pasado 2021. Sin embargo, el tiempo transcurrido para lograr una bajada de un 29% de las emisiones de GEI, demuestra una inercia muy lenta.
El dióxido de carbono o CO2 sigue liderando las emisiones contaminantes en España, seguido del metano o CH4 y el óxido nitroso o N20. Los gases llamados acidificantes como el azufre, el amoníaco o el nitrógeno, se han incrementado casi un 8% en la comparativa con el año anterior, en concreto un 7,7%. Mientras los sectores que más han reducido su contaminación y por tanto sus emisiones de GEI han sido la producción eléctrica, el gas o el aire acondicionado entre otros.
El sector más contaminante fueron las manufacturas con más de 70 millones de toneladas anuales, a continuación los hogares españoles emitieron hasta 65 millones de toneladas y el sector del transporte y la logística emitió unas 36 millones de toneladas, eso sí, los transportes lideran el crecimiento de sus emisiones ya que se incrementan un 18%.