Su gran implicación y preocupación por el Medio Ambiente les lleva a buscar siempre las soluciones más sostenibles y los productos con menor impacto ambiental. Son llamados consumidores eco-activos por su iniciativa a la hora de hacer y buscar soluciones respetuosas.
El encarecimiento generalizado de la vida y los precios que se desató en 2022 con la Guerra en Ucrania y las consecuencias energéticas, conllevó también una contención en el consumo de productos y servicios eco-responsables. Sin embargo, esa tendencia o ese freno se ha superado y la demanda y el consumo de estos productos ha vuelto a los datos y niveles previos a la escalada de los precios y la inflación.
Se trata de un sector muy fiel a sus costumbres y productos, sin embargo, a veces los productos ‘eco’ siguen siendo un poco más caros, y las fuertes subidas de precios hicieron mella en su demanda. Concretamente un 70% más caros que los productos tradicionales, según el estudio de Kantar “Who Cares? Who Does?”, una investigación internacional que evalúa la sostenibilidad con más de 110.000 encuestas por todo el planeta.
Más del 40% de los consumidores frenan el consumo de productos sostenibles por su precio más elevado que los habituales. En concreto, un 43% de las personas preocupadas por su consumo responsable, esgrimen el motivo económico como el principal freno para elegir únicamente productos sostenibles.
¿Qué hábitos tiene un consumidor eco-activo?
Casi el 75% de este perfil de consumidor lleva siempre su propia bolsa a los establecimientos y de ellos, la mitad usan un tipo de bolsa de tela.
Más del 60% es usuario de las botellas recargables y más del 40% utilizan a diario tazas u otros recipientes reutilizables.
Consumidores eco-activos:
- 2021: 22%
- 2022: 18%
- 2023: 22%
Las expectativas son muy halagüeñas, ya que, si actualmente este tipo de segmento de consumidor gasta unos 500.000 millones de dólares, en apenas 5 años se espera que se duplique ese gasto, y se superen los mil millones.
Las principales preocupaciones de este tipo de consumidores giran en torno a:
- Huella de carbono de la ropa nueva
- Desperdicio alimentario
- Embalajes y packaging
- Reciclaje de envases
- Productos neutros en carbono
- Uso de plásticos
Las tendencias en favor de este tipo de productos y de consumidores van en aumento y cada vez hay mayor concienciación, aunque evidentemente la economía marca el paso a muchas familias y hogares, independientemente de sus convencimientos medioambientales. Cuando los grandes fabricantes logren obtener y distribuir productos sostenibles a precios competitivos, como las marcas blancas, el mercado se revolucionará progresivamente y terminarán desapareciendo los productos menos respetuosos con nuestra biodiversidad.