La Unión Europea lo tiene claro: sólo combustibles verdes para los aviones. En menos de 30 años el 70% de todos los carburantes que podrá utilizar la industria aeronáutica será procedente de materias primas ecológicas como algas o aceites usados.
Por ley, para descarbonizar el transporte aéreo, la UE ha decretado que progresivamente se introduzcan las fuentes respetuosas con el medio ambiente como única solución a un problema de emisiones contaminantes que precisa medidas mucho más tajantes que las vigente hasta la fecha.
Desde el próximo 1 de enero en la Unión Europea los aviones circularán gracias a combustibles considerados “verdes”, es decir:
- Biocombustibles
- Carburantes sintéticos
- Residuos agrícolas
- Residuos forestales
- Algas
- Aceites de cocina reutilizados
Su implantación en los motores de los aviones será progresiva y este es el plan de ruta que ha marcado la UE:
- 2025: 2%
- 2030: 6%
- 2035: 20%
- 2040: 34%
- 2045: 42%
- 2050:70%
Uno de los mayores hándicaps para esta implantación progresiva es precisamente la escasez de producción de este tipo de carburantes innovadores. La industria no está lo suficientemente preparada en volumen ni en avances tecnológicos para su elaboración. Así que, por ahora, el precio también está ‘por las nubes’.
Lo previsible es que la industria se movilice para cumplir plazos y para que la innovación en carburantes alternativos evolucione a tal velocidad que sus costes y su demanda se equilibren y el mercado sea más asequible. Como ha ocurrido en otras ocasiones, recordemos los contadores inteligentes, u otras medidas que requirieron de innovación y tecnología para cumplir las exigencias de las nuevas normativas.
¿Hay combustibles SAF en España?
Se usa ya con normalidad la terminología derivada de sus siglas en inglés, (Sustainable Aviation Fuel) los combustibles de aviación sostenible. Y en España su producción todavía tiene que escalarse para cubrir la demanda del tráfico aéreo de nuestro país.
España es destino turístico y empresarial, además de puerta sur de Europa, por lo que su nivel de tráfico aeronáutico es bastante elevado y hay que cubrir, al menos, la demanda nacional y local. Para ello, el sector estima que son necesarias entre 30 y 40 plantas de producción de este tipo de carburantes sostenibles.
Lo que puede ser considerado un problema, se torna oportunidad al estimarse que la conocida como transición ecológica de la aviación o su descarbonización se traducirá en España en más de 250.000 nuevos empleos y un PIB superior a los 55.000 millones de euros.