El impacto ambiental de los trayectos en avión vuelve a ser polémica por una propuesta para reducirlos, gravarlos más o prohibirlos. La medida propuesta en España afectaría a todos aquellos vuelos regionales que puedan realizarse en tren en una duración inferior a las dos horas y media, a excepción de aquellos vuelos que sean parte de una conexión internacional.
¿Qué vuelos se verían afectados en nuestro país?
- Madrid-Alicante
- Madrid-Barcelona
- Madrid-Valencia
- Madrid-Málaga
- Madrid-Sevilla
Su impacto real en las emisiones de efecto invernadero, supone tan sólo el 1% de la industria aeronáutica, por lo que la repercusión de la medida ha sido catalogada de ‘marginal’. Los representantes del sector creen que provocará “un impacto devastador en el turismo, principal motor de crecimiento del país, y por tanto, de la economía y el empleo”.
Por el contrario, los defensores de estas medidas restrictivas del tráfico aéreo, consideran que se puede reducir hasta el 10% de las emisiones contaminantes producidas por los aviones en España.
Por volumen de viajeros afectados, sólo en el último año (2022) han utilizado estas rutas unos tres millones y medio de pasajeros.
- Madrid-Barcelona: 1.700.000 viajeros
- Madrid-Málaga: 500.000 viajeros
- Madrid-Sevilla: 400.000
- Madrid-Valencia: 308.000
- Madrid-Alicante: 280.000
Las operaciones dentro de nuestro país han ido incrementándose en los últimos años, concretamente desde 2013 a 2019 casi un 30%, y con ellas, también se han aumentado un 30% las emisiones producidas.
En Europa, la tendencia en los últimos años ha sido reducir este tipo de vuelos domésticos, como en Francia (5%) y Reino Unido (8%), o a no incrementarlos, como, por ejemplo, en Alemania donde la cifra es estable.
» En Suecia existe una palabra que define la ‘vergüenza a volar’, concretamente “flygskam”, pero, ¿por qué a alguien debería darle vergüenza tomar un avión para viajar? Un movimiento ecologista lo definió así en 2019 para concienciar del impacto ambiental y huella de carbono que provoca cada vuelo.
» En Francia el gobierno de Macron prohibió todos los vuelos con distancias de menos de 400 kilómetros o con tren alternativo, que ha afectado a los trayectos entre París, Burdeos, Lyon y Nantes.
