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Dormir contra el Alzheimer

Dormir contra el Alzheimer

Los beneficios de descansar y el deterioro que provoca la falta de sueño en nuestra salud es un secreto a voces, pero ahora un estudio lo corrobora. En concreto, descansar bien y las horas suficientes ayuda a prevenir problemas y trastornos mentales como una depresión, o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Dormir bien y las horas necesarias y recomendadas ayudan a evitar que una proteína, la Amiloide beta 42 (AB42) pueda crear cúmulos en nuestro cerebro y su formación contribuya a desarrollar algunas enfermedades, según la última investigación del departamento de ciencias biológicas del Rensselaer Polytechnic Institute en los Estados Unidos.
Este estudio y sus conclusiones son una excelente noticia para seguir investigando en nuevas vías de tratamientos contra el Alzheimer a partir de unos hábitos de sueño saludables. Según la opinión de los científicos responsables de esta investigación, hay ciertas oscilaciones y diferencias en las enzimas que aportan proteínas para las células de los macrófagos, que se encargan de regular la existencia de la proteína AB42.
Nuestro cuerpo es sabio y es un perfecto engranaje de sistemas para diferenciar y detectar el día y la noche, regular nuestra temperatura corporal o poner en marcha una defensa inmunitaria. Cualquier alteración de estos detectores y reguladores puede ser el desencadenante de una enfermedad como una diabetes, un cáncer o el Alzheimer.
Efectivamente se ha logrado relacionar la falta de sueño y la demencia en los niveles de ciertas proteínas, por lo que los investigadores achacan una parte de estos con dos factores como causa-efecto.

Alzheimer

Los procesos progresivos de enfermedades que deterioran por ejemplo nuestra memoria, como la demencia, son procesos químicos que poco a poco se van detectando en momentos más tempranos de la enfermedad. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la enfermedad más común de demencia, en torno a un 60-70% es el Alzeimer. Una patología capaz de mermar la vida diaria de un paciente por completo, de ahí la importancia de una detección precoz, un diagnóstico claro y de la puesta en marcha de tratamientos.

La investigación una vez más es la clave para avanzar en los tratamientos actuales y lograr descubrir las causas, como esta relación con los hábitos saludables de sueño, y además, detectar sus primeros síntomas.