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Dependencia tecnológica y ciberdelincuencia

Dependencia tecnológica y ciberdelincuencia

Los ataques informáticos nos muestran nuestra gran vulnerabilidad cada día, si falla nuestro ordenador, la mayor parte de las tareas de nuestro cargo laboral o incluso cuestiones domésticas se paralizan, o lo que es peor, se pueden perder trabajos en los que se ha invertido horas y horas.

La policía nos alerta de miles de nuevos términos que aunque no conocemos su nombre normalmente en inglés, pero sí los identificamos por haber sido potenciales víctimas.

‘Phishing’, ‘malware’, ‘grooming’, ‘ransomware’, suplantación de identidad, acoso y/o ‘ciberbullying’, chantajes, difamación, calumnias, delitos contra el honor personal,… Hay miles de delitos online o informáticos porque nuestra vida y trabajo giran hoy en torno a un smartphone, una tablet o un ordenador.

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La tecnología nos facilita la vida y las tareas laborales, pero también nos expone a nuevos riesgos, por eso las empresas buscan cada vez más perfiles expertos en ciberseguridad. También hay una clara tendencia a formar a los empleados en estas tareas para evitar que estén demasiado expuestos y tomar el máximo de precauciones posibles. ¿Y cuál es el mejor antifuegos y antivirus posibles? El buen criterio y la formación específica de los trabajadores.
Sin embargo, hoy sólo cuatro de cada 10 trabajadores españoles ha recibido formación específica en seguridad informática y digital, al menos por parte de su empresa.
La seguridad en internet no solo protege datos y previene delitos, también agiliza procesos y mejora la productividad, porque los fallos informáticos cuestan millones de euros a las compañías.
El teletrabajo también ha potenciado que algunas empresas se preocupen más por este tipo de cuestiones, sin embargo, en España aún somos de actuar después de un problema y no antes.
El 70% de las empresas españolas ha sufrido un ataque informático, un ‘ransomware’ en el último año según Sophos, pero solo un 40% tiene formación para prevenirlos o para actuar si sufre uno según otro estudio de Infojobs.

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La innovación tecnológica nos ofrece nuevos horizontes para desarrollo web, informático, online y digitalización de los procesos tradicionales, sin embargo, como decía la publicidad “la potencia sin control…” Es imprescindible en la era digital tener educación e información sobre este nuevo mundo.

No podemos estar pensando en las posibilidades de nuestro negocio en el metaverso, y sin embargo, no tener conocimientos sobre los riesgos de nuestros datos personales o proyectos laborales en los que nos jugamos mucho más.

El acoso online de todo tipo y a muy diferentes perfiles, no pensemos solo en adolescentes ingenuos, porque entonces seremos nosotros los ingenuos. Hasta la suplantación de identidad o robo de datos con intenciones poco bondadosas. Hoy la ciberdelincuencia va a más, y mientras los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado como Policía Nacional o Guardia Civil, se especializan y crean unidades solo para este tipo de nuevos delitos, el resto de la sociedad está esperando no se sabe muy bien a qué para protegerse y actuar.

Los delitos informáticos van en aumento tanto en tipología como en estructura, porque hoy hay organizaciones criminales a escala internacional que actúan en todo el planeta simultáneamente. Y las acciones delictivas que están sufriendo empresas en media Europa, deberíamos conocerlas en España y saber cómo evitar caer torpemente en ellas.

En 2021 la mayoría de los ciberataques tuvieron su diana en las empresas, mucho más que en los individuos particulares, sin embargo, las compañías no terminan de apostar por esa formación y prevención. Si se toman medidas de prevención de riesgos laborales en todas las materias para evitar lesiones o accidentes en el puesto de trabajo, por ejemplo. ¿Por qué las empresas no apuestan firmemente por proteger sus proyectos y sus trabajadores de ciberataques?

La creciente demanda de talento y personal formado específicamente en seguridad informática se está disparando y es lógico, porque no solo los usuarios o las empresas víctimas sufren las consecuencias de estos ataques. También las empresas por ejemplo que suplantan la identidad, como entidades bancarias (Santander, BBVA, CaixaBank,…), empresas de paquetería y logística (Correos, Amazon, Seur,…), grandes compañías (Telefónica, Vodafone,…) o grandes superficies distribuidoras y de ecommerce (Carrefour, Ikea, Leroy Merlin,…) están viendo cómo su credibilidad para las compras online se ve muy mermada ante la cantidad de suplantaciones de identidad de sus webs oficiales.

Los expertos recomiendan evitar siempre por norma las wifis públicas y en nuestro puesto de trabajo ser muy cautos. No debemos abrir nada cuyo origen sea dudoso, ya habrá tiempo para hacerlo si finalmente chequeamos por otras vías que ese mail o sms es real. Cuidar las contraseñas también es una tarea a la que deberíamos prestar más atención.