En España actualmente hay unos 26 GW instalados de energía fotovoltaica, pues casi el doble, unos 40 GW de placas solares están almacenados en Europa sin ser instalados y por lo tanto sin producir energía. Completamente desaprovechados pese a su alto valor en el mercado:
- Más de 7 billones de euros
- Energía para abastecer a 20 millones de hogares al año
En los almacenes europeos se guardan sin aprovechar miles de módulos fotovoltaicos, una potencia similar a la que se instaló en 2022 en todo el viejo continente aproximadamente. Una cifra que a finales de este año podría superar los 100 GWdc, según afirman algunos analistas.
Una situación bastante anómala que sin embargo puede tener consecuencias beneficiosas para el sector, porque acumular paneles solares ‘Made in China’ en Europa podría ayudar a reducir los precios de estas piezas.
Importaciones de paneles solares de UE a China:
- En 2022: 20.000 millones de euros
- En 2018: 5.500 millones de euros
Actualmente, Europa importa a Chica unos 120 GW cada año, es decir, unos 20.000 millones de euros en 2022. Una cifra que en los últimos cinco años se ha llegado a cuadruplicar. Y de ese volumen el 66% se está instalando incluso pese a las nuevas perspectivas de esta industria que, aunque se mantienen muy optimistas, ya no lo son tanto como hasta hace unos meses cuando el mercado energético solar no estaba tan copado.
La gran demanda de paneles fotovoltaicos en todo el mundo ante la crisis energética producida por la guerra en Ucrania, desencadenó dos consecuencias principales: subida de precio de las placas solares y escasez de algunos materiales necesarios para sus componentes.
Con ese contexto, y pese a la desaceleración del mercado, por el momento, no está reduciendo ni las importaciones de Europa a las fábricas chinas, ni la instalación de paneles fotovoltaicos. Y con este ecosistema, la tendencia a la bajada de precios podría incrementarse.
Hoy un panel fabricado en China cuesta aproximadamente dos tercios de lo que cuesta uno fabricado en una fábrica europea, de ahí las cifras de importaciones que se están incrementando en lo que llevamos de este año considerablemente con respecto a las importaciones realizadas en 2022.
Sólo en marzo de 2023 se importaron un 51% más de placas solares chinas que el mismo mes de 2022. Así, la tendencia es que nadie eche el freno de importar paneles, incluso pese a las existencias almacenadas.
Los principales países importadores en este orden, fueron:
- Países Bajos
- España
- Alemania
- Polonia
- Francia
- Grecia
- Italia
- Reino Unido
Europa busca a través de una serie de normativas, que la fabricación de este tipo de paneles y dispositivos fotovoltaicos se fabriquen en territorio local, en lugar de depender del gigante asiático en un porcentaje tan elevado.
El objetivo de las autoridades europeas es que en 2030 el 40% de la potencia solar instalada en nuestro continente haya sido fabricado aquí, y aproximadamente unos 30 GWdc en 2025.
Sin embargo, las fechas se acercan y los objetivos se alejan dado que el precio chino es mucho más competitivo, y teniendo en cuenta que hoy el mercado lo que busca y donde pone el foco y la prioridad es al presupuesto y a la mejora de rendimientos. Y mientras el factor determinante sea la competitividad, China tiene la baza ganada por el momento. Pronto comprobaremos si la cantidad de paneles fotovoltaicos chinos almacenados en Europa logra presionar en una hipotética bajada de los precios o no.
