Hoy no amueblamos las casas, nos gusta decorar.
Un reciente estudio asegura que los jóvenes están cambiando sus hábitos de consumo, si la generación Millennials (nacidos durante los años 80 y 90) es fiel a las compras online, sus predecesores la Generación Z (nacidos desde 1995) es decir, aquellos nativos digitales, han dado una vuelta a sus hábitos de consumo y a sus gustos y regresan a las tiendas físicas.
Quieren probarse, tocar, oler y dejarse aconsejar por los vendedores de toda la vida.
La interiorista Nani Palomo lo corrobora, en sus seis tiendas de decoración y muebles, cada día son más los jóvenes que entran para que les aconseje, les recomiende y por supuesto para sentarse en las sillas, tocar las telas y oler las maderas.
‘Hoy no amueblamos nuestras casas, las decoramos. Lejos de elegir un modelo y con él todas las piezas del conjunto, hoy queremos cada pieza diferente y mezclamos y combinamos todos.’
Por eso, Nani asegura que hoy "nos complicamos mucho más". Hace años una venta era elegir un modelo y ya está, pero en la actualidad nos gusta ir encontrando cada pieza perfecta e idónea para nuestros gustos. Hoy la mayoría somos más de combinar tendencias, materiales, colecciones, fabricantes; hoy nos gusta y disfrutamos decorando.
Los consumidores nos hemos acostumbrado a hablar con el fabricante, a pedir muebles a medida y buscar vestidores personalizados.
En la actualidad hemos cogido el gusto a crear espacios en nuestra imaginación y transformar un rincón con estanterías que cubren paredes enteras, a elegir cortinas o visillos a demanda. Incluso los estores hoy no tienen únicamente los tamaños estándar. La tendencia por personalizar es común en las generaciones más jóvenes y una opción a la que ya le han cogido el gusto otras generaciones anteriores.
"Ser fabricante y vender al público es una garantía de calidad del producto y de confianza para el consumidor, y se valora mucho”. Precisamente porque se pueden ver los materiales, algunos ejemplos similares, ‘tocar una madera no es verla en una web."