Enero de 2023 ha llegado con novedades legales en cuanto a los plásticos en nuestro país. En este caso la sostenibilidad y la lucha contra el uso indiscriminado de plásticos es el objetivo para evitar toneladas y toneladas de plásticos de una única utilización.
En concreto se trata de plásticos que no se diseñan para que tengan más de una vida, es decir, solo son útiles una única vez en su labor. Por ejemplo los embalajes de plástico que normalmente se rompen para extraer un producto alimentario de su interior.
Así, los vasos de plástico o los rollos de embalar sí estarán penalizados a partir de ahora, y aproximadamente con unos 0,45 céntimos de euro por kilo de plástico utilizado.
Todos los plásticos de los envases se verán penalizados con esta nueva tasa, también en el caso de aquellos que mezclen varios materiales simultáneamente, siempre que no se trate de plástico reciclado. Botellas, latas, cajas, palets de logística y transporte, pinzas y cierres, envoltorios, láminas protectoras,…
Además, la nueva ley afecta también a los productos fabricados con plásticos no reutilizables tanto en nuestro país como fuera de España. Sí quedan fuera de esta tasa algunos productos como pinturas, lacas, adhesivos o tintas dedicados a proteger o contener un producto.
Igualmente, quedan exentos de esta normativa los preparados alimenticios de lactancia en hospitales y aquellos residuos peligrosos procedentes del sector sanitario y fines médicos, ni tampoco algunos residuos de uso agroalimentario.
Esta tasa ecológica pretende evitar su uso y que los fabricantes y distribuidores busquen otras alternativas. Hasta ahora el precio de este tipo de plásticos suele ser el factor determinante para que las marcas sigan eligiéndolos, por eso precisamente este nuevo impuesto penaliza económicamente su uso.