Las consecutivas subidas de tipos de interés fueron una revolución para las hipotecas de tipo variable, por el contrario, los préstamos fijos no sufrieron esas alteraciones. El endurecimiento de la financiación se ablanda, pero, ¿se notará en mi hipoteca?
Los expertos en financiación hipotecaria no quieren mojarse ni con la repercusión y el impacto del descenso de los tipos de interés, ni tampoco sobre las próximas decisiones de los bancos centrales sobre el precio del dinero.
La realidad del mercado inmobiliario ha sido tan tozuda y tan resiliente en los últimos años, que los analistas financieros han aprendido la lección: el mercado y su libre oferta y demanda marcarán el futuro y el presente. Incluso, independientemente del resto de agentes externos o coyunturas económicas que en otros tiempos sí influyeron directamente en el mercado de la vivienda.
El Banco Central Europeo (BCE) tras diez subidas de tipos de interés consecutivas entre julio del 2022 y septiembre del 2023, para luchar contra la inflación provocada tras la guerra en Ucrania. Por fin ha estimado oportuno bajarlos, desde marzo del año 2016 no se bajaban, concretamente en la zona euro un 0,25, mientras que la Reserva Federal estadounidense no lo ha hecho. Históricamente es la primera vez que esto sucede.
Ahora mismo los préstamos se sitúan en el 4,25%, unos 20 euros menos al mes de media para los hipotecados. Sin embargo, hay muchas voces que creen que el BCE no va a modificar los tipos en breve, ni siquiera, aunque haya nuevas subidas de la inflación. Se abre un nuevo ciclo en Europa en cuestión monetaria, y esta nueva era no vendrá determinada, aseguran los expertos, por un descenso progresivo como sí sucedió con la escalada del precio del dinero.
Los tipos se encarecieron rápidamente, sin embargo, el descenso no será ni tan rápido ni tan evidente. Ni siquiera, aunque se produzcan repuntes en la inflación.
Esta bajada de 25 puntos básicos parece bastante justificada por todos los analistas, sin embargo, también hay quien apunta a la cita electoral como el detonante para determinar ‘cuánto’ y ‘cuándo’. Quizá este factor influyó más de lo que parece, porque es cierto que la bajada de tipos se ha producido justo cuando vivimos un cierto repunte de la inflación en Europa e incluso coincidiendo con un aumento salarial generalizado según las estadísticas.
Es evidente que el BCE ha querido ofrecer una declaración de intenciones con esa rebaja de los tipos, independientemente de que no se convierta en una tendencia. Y, por supuesto, parece que marca un punto de inflexión en una nueva etapa monetaria en Europa.
Con todo este contexto, lo que los titulares de hipotecas pueden aventurar es que la situación va a cambiar muy poco en los próximos meses. Aquellas hipotecas variables encarecidas no se van a abaratar notablemente, al menos a corto plazo. Y los nuevos préstamos hipotecarios evidentemente, podrán disfrutar de condiciones bastante competitivas con respecto a los últimos meses.
Para aquellas familias que planifiquen firmar una hipoteca próximamente, pueden ir barajando ya las opciones sobre la mesa, porque no se avecinan grandes cambios, ni una ola de bajadas. Al contrario, todo indica que la estabilidad será la nota dominante en este 2024 tras este punto de inflexión puntual.