Romper con lo estipulado en 1890 era curvar y recargarlo todo. Hoy el llamado ‘arte nuevo francés’ conecta todo con naturaleza y flores redondeadas y entrelazadas, creando líneas fluidas entre espacios. Un hogar hipnótico que te volverá a atrapar.
Si la moda es pendular, la decoración de interiores también evidentemente. Cuando todo es cuadrado, surge una gran tendencia con predilección por la curva, y viceversa. Así, el ‘Art Nouveau’ llegó para romper con todo lo anterior, modelos más clásicos y que estaban agotados tras un gran éxito.
El resurgir de ventanas curvas, estanterías redondas, sillas recargadas con adornos, molduras en paredes, puertas y espejos, marcos de cuadros nada discretos con láminas que pasan más desapercibidas que nunca.
Los muebles adquieren un gran protagonismo gracias a sus líneas fluidas, a unas siluetas y contornos que se entremezclan con los textiles de flores y naturaleza, con textiles como cojines y alfombras estampados nada discretos.
Uno de los puntales característicos de este estilo decorativo en la actualidad es que logra ser equilibrado pese a acoger piezas muy significativas y destacadas. La armonía se logra con los colores y la unión de las líneas en cada espacio que gracias a estas formas logra tener un gran movimiento y agilidad.
Hoy mezclar es una de las modas más seguidas. Pocos hogares siguen estilos puros, al contrario, nos gusta cada vez más escoger de cada uno lo que más nos atrae. Así, logramos combinar y armonizar elementos muy dispares en una misma estancia sin ningún tipo de complejo.
El mejor compañero de viaje, que incluso confunden con el ‘art nouveau’, es el ‘art decó’. Otro estilo decorativo basado en las figuras geométricas y la línea recta, y que aunque no comparte ni una sola curva con el ‘art nouveau’, mucha gente combina y otros directamente unifican o confunden.
Las tonalidades más características en el ‘nuevo arte francés’ eran colores neutros, apagados y discretos, sin embargo hoy se ha tornado en una versión algo más alegre y, aunque siguen siendo tonos sutiles, tiene algo más de luz. Toda la gama de tonos pasteles, verdes como menta y oliva, mostaza, blancos, lilas y morados, oros, algunos tierras… Colores extraídos de la naturaleza sin estridencias.
En la actualidad es muy habitual querer diferenciar la decoración de tu hogar incorporando esculturas en partes ornamentales, incluir molduras en paredes, puertas y chimeneas. Es el toque de distinción, quizá inspirado por aquella burguesía adinerada que recibió con los brazos abiertos al ‘art nouveau’.
Los materiales siempre están muy cerca del estilo industrial con acero, hierro y cristal, pero también la madera y los textiles destacan notablemente.
La necesidad de cambiar, de renovarse, de innovar… es innata en el ser humano y especialmente en las clases más pudientes que disponen de recursos para sumarse a las modas. De ahí la buena acogida que en 1890 tuvo este estilo, de hecho en cada país surgieron variantes similares al ‘nuevo arte francés’, en España fue conocido como ‘modernismo’ en Italia stile Liberty o floreale, en Alemania Jugendstil…