Elegante, discreta, romántica, moderna, camaleónica, acogedora, cálida, hipnótica,… la luz de una vela atrae y enamora tengas el gusto y estilo que tengas.
Escoge colores, tamaños, composiciones o solas, con aromas o mantenlas apagadas, pero una vela es el mejor compañero para todas las estancias de la casa. De un objeto escaso a inundar nuestros hogares y terrazas o exteriores. ¡Ilumínate a la luz de las velas!
Las velas y la luz de una vela son un complemento decorativo atemporal, durante todo el año pueden acompañarnos. Desempeñan una triple función práctica como repelente antimosquitos, para evitar malos olores o humos, como decoración y evidentemente como solución o complemento de iluminación natural.
Una vela es por ejemplo un regalo con un elevado porcentaje de acierto para una casa nueva, difícilmente no combine en los diferentes espacios y ambientes de una vivienda. El abanico de posibilidades para buscar su hueco es casi infinitivo desde el punto de vista decorativo. Tablas de pizarra, bandejas de madera o de cristal donde colocar varias velas es una propuesta muy atractiva para diferentes estilos y tendencias decorativas.
En el ambiente nórdico colócalas en diferentes alturas de una escalera de madera, o en cornisas y estanterías. En un estilo más industrial no olvides elegir el negro para el soporte de la vela, y en estilos clásicos o minimalistas busca el blanco como comodín seguro.
Baños. Se puede alegar la excusa práctica de velas atrapa-olores para colocar una vela ancha y bajita por ejemplo en nuestro baño. Aunque, no nos engañemos, el ambiente acogedor y elegante de un baño con una vela blanca encendida es inigualable. Colores pastel combinados con elementos decorativos del baño o aseo como toallas es un toque de alegría pero sin perder sofisticación.
Relax. Rincones chill out preferiblemente en exteriores, pero también en dormitorios, salitas o salones. Combina numerosas velas en portavelas de colores, dentro de farolillos para difuminar su intensidad de luz y colócalas jugando con las sombras. Ese rincón de relajación donde leer tranquilamente con la luz necesaria, suave que te abraza.
Entradas. En los países nórdicos las velas encendidas son el gesto imprescindible de un buen anfitrión. Las velas apagadas al recibir a alguien en casa es como recibirle con las luces apagadas o las persianas bajadas. Lejos de los candelabros y las velas estrechas y altas, tu casa puede estar decorada con diferentes tamaños, alturas y formas para que en cada mueble, estancia o espacio se adecúe al ambiente. Versátiles con todos los ambientes, pero encendidas.
Aromáticas. En tu jardín puedes buscar velas con citronela para alejar a los mosquitos y bichitos. En el interior puedes buscar aromas exóticos y sugerentes como frutas, cítricos, especias, o más suaves e inspiradores como maderas y frescos. Despierta la primavera en casa gracias a fragancias florales.
La última línea de velas no aptas para todos los bolsillos, de Loewe apuesta por fragancias tan cotidianas como tomate, orégano, regaliz o pera. Aunque siguen conquistando más los aromas vegetales más clásicos como la magnolia blanca, el ciprés, hiedra, enebro, cilantro, incluso la remolacha y la sorprendente marihuana.
Exteriores. Candiles, faroles, dentro de fanales con cristal o campanas, en jaulas, hay multitud de opciones para decorar con velas e iluminar tu jardín, terraza o balcón. Las velas en exteriores son la fórmula perfecta para iluminar lo justo y decorar acorde con tu estilo romántico o moderno, más hippie o más clásico, pero el toque es insustituible. Si tienes oportunidad no renuncies a las velas flotantes a modo de nenúfares en piscinas o fuentes, son el punto original de tu casa que marcará la diferencia sin duda.