
La luz mediterránea es de las más envidiadas y buscadas, y en verano la disfrutamos durante muchas más horas. Colores alegres, vitales y divertidos para una casa que se inunda de alegría con sillas verdes, jarrones azules, lámparas amarillas o alfombras naranjas. ¡Verano a todo color en casa!
En verano nos desinhibimos a veces más que el resto del año y nuestra casa y su decoración también es más divertida y alegre, y el sinónimo de diversión es el colorido. Sillas verdes, azules, amarillas, blancas, rojas, naranjas… ¿Cuál te gusta más?
La decoración estacional no solo responde a tendencias estéticas, sino también al deseo de crear entornos que se alineen con nuestro estado emocional y estilo de vida.
Este año el interiorismo y el diseño de exteriores apuestan por una paleta cromática que evoca naturaleza, serenidad y calidez, con protagonismo de los colores suaves, neutros y cálidos. Tonos como el beige, los tierras, el verde oliva y el terracota marcan el rumbo decorativo de la temporada, conquistando desde salones hasta terrazas, y fusionando interior y exterior con armonía.
El beige no pasa de moda por su versatilidad sin límites. Da igual en sus diferentes variantes como arena, lino, hueso…, Domina como base capaz de aportar luminosidad, calidez y equilibrio. En interiores, se utiliza en paredes, tapicerías y alfombras para crear fondos neutros que permiten destacar otros elementos decorativos sin sobrecargar el espacio. En exteriores su claridad ayuda a ser uno de los más escogidos en textiles, sillas, mesas…

Los tonos tierra como arcilla, teja, camel o moka nos aportan ese inconfundible toque envolvente y elegante. Estos matices cálidos, que recuerdan al desierto y a materiales naturales como el barro o la madera, están presentes en cojines, muebles, cerámica artesanal y textiles decorativos.
Estas tonalidades forman una paleta capaz de adaptarse a cualquier espacio, aportando luz, confort y conexión con la naturaleza. Precisamente todas las sensaciones que nos relajan y transmiten sosiego, más aún durante el verano vacaciones para muchos.
Son capaces de aportar continuidad y frescura, por eso especialmente en terrazas, jardines y balcones, los colores mediterráneos son protagonistas porque se busca que los espacios exteriores funcionen como una extensión visual del interior, creando continuidad estética y sensorial.
El beige y el arena son perfectos para muebles de exterior, sombrillas o suelos de microcemento. El terracota aparece en maceteros, faroles y textiles como manteles o fundas de cojín, aportando ese aire rústico y veraniego tan característico. El verde oliva, por su parte, se integra tanto en la vegetación como en muebles metálicos o estructuras de pérgolas y biombos. Los azules en pequeña decoración y motivos marinos como rayas.
Los colores suaves, neutros y cálidos que marcan el verano 2025 no son solo una moda más, realmente los elegimos porque nos transmiten bienestar, una consecuencia consciente al deseo de vivir en entornos más calmados y amables.
Al integrar estos colores en la decoración, se logra un hogar que no solo es visualmente armónico, sino también emocionalmente reconfortante. En definitiva, una tendencia que invita a desacelerar y disfrutar del presente, rodeados de belleza sencilla y atemporal.