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¡Bienvenido a tu habitación, bebé!

El dormitorio infantil es un rincón muy especial, cuidado con mimo al detalle. Regalos, artículos hechos a mano, piezas personalizadas con el nombre del bebé, piezas heredadas que guardan recuerdos y mucho cariño. La habitación de un bebé acaricia al nuevo miembro de la familia, tonos pasteles, tejidos suaves, decoración con peluches y textiles que hacen muy acogedor el ambiente.

La llegada de un bebé es una noticia muy esperada y su habitación se prepara con antelación y con mucho mimo. No es una estancia más y durante semanas se prepara la ropita, los accesorios que harán falta en esas primeras semanas de vida, pero no es sólo logística. La decoración del cuarto de un recién nacido es un espacio muy especial donde el presupuesto suele ir incrementándose poco a poco y ampliándose hasta la llegada del niño.

Antes las cunas solían estar unos meses en el dormitorio matrimonial, al igual que en Europa, ahora se trasladan muy pronto al cuarto del niño. En el dormitorio infantil todo quedará obsoleto muy pronto, en pocos meses la minicuna pasará a cuna, luego a cama con barreras y luego en cama normal. Al principio necesitaremos un cómoda que sirva de cambiador para la sustitución de ropa y pañales al bebé, pero poco a poco los muebles de la habitación infantil se van transformando, sustituyendo y evolucionando con la edad del niño y su crecimiento.

Es una estancia en constante cambio pero sus muebles y piezas deben ser de buena calidad y con las mejores medidas de seguridad. Los muebles siempre anclados a la pared, nada de esquinas ni objetos punzantes o con piezas pequeñas que puedan poner en riesgo un atragantamiento. El bebé querrá una hamaquita, luego querrá gatear y necesitará espacio, cuando ande y corra querrá muchos juguetes y su habitación será lo más parecido a un cuarto de juegos, y poco a poco necesitará una mesa y unas sillitas pero de su altura. Todo crece con él o ella.

Los muebles son útiles y decorativos a la vez, en colores suaves, normalmente blancos y pasteles y son muebles únicamente para este dormitorio. En su practicidad aparecen muebles convertibles como una cuna compacta que incluye una cómoda que se desmonta y se convierte en mesa de estudio con cama.

Cambiadores con ruedas para optimizar el espacio y a veces, incluye también bañera. Los armarios son más reducidos que en otras habitaciones, y las barras para colgar ropa suelen estar adaptadas al tamaño de la ropita. Son piezas más coquetas, con tiradores con motivos infantiles, en colores suaves, incluso con palilleria y visillería en sus puertas.

El blanco es el más demandado en los muebles y textiles. A veces blancos combinados con tonos claros y naturales de madera, que otorgan luz y claridad a toda la estancia. Aportan paz y armonía al bebé y a quien esté dentro cuidándolo.

Casi siempre se combina el blanco con otros tonos, bien madera y naturales, o bien pasteles. Se mantiene la tendencia a rosas y azules, pero los verdes, grises, amarillos, o tostados como el camel. A veces camel y azul, beige y rosa…

En cuanto a la iluminación hay modalidades útiles, por ejemplo pequeñas lámparas que proyectan luces de colores con formas y colores y a veces con música relajante. También pequeños puntos de luz tenue para entrar al dormitorio sin despertar al bebé o para entrar a calmarle si se despierta. Y por otro lado el resto de soluciones de luz útil para la habitación como en cualquier otro dormitorio, al techo, en lámparas de pie, o colocadas en estanterías, etc.

Las lámparas se adaptan con pantallas infantiles, colores claritos y poco cargadas, luz cálida y muy suave. Es preferible con varios puntos de luz para que no haya una principal. Luces que den relax y serenidad para una estancia donde va estar un bebé o un niño pequeño.

Los motivos y las creatividades infantiles aparecen en textiles como cojines, pequeños objetos decorativos como peluches o pequeñas lámparas, y con papeles en las paredes o en alguna de las paredes. Los dibujos o formas y sus colores suelen ir combinados en toda la decoración de la habitación. A veces también se combinan paredes completas con paredes solo con cenefas.

En los papeles de las paredes se buscan nubes, estrellas, soles, lunares, rayas, animales, cuadritos vichy, dibujitos, formas de colores, personajes de ficción infantil. Otra opción es la pintura de un único color en una pared, zócalos de madera, unas paredes con papel y otras diferentes. Incluso dejar alguna pared en blanco y en ella combinar varios cuadros o vinilos, por ejemplo.

La ropa de cama también suele ser en tonos suaves, a veces pasteles combinados con el resto de elementos decorativos como los papeles y pinturas de las paredes, el resto de textiles como las cortinas. Sabanitas, almohadas, cojines, chichoneras, cortinas con lazos o borlas, apliques con mariposas, alfombras que crean un ambiente mucho más acogedor.

Hay que buscar cierta armonía para que se alternen textiles estampados con lisos, o que los colores no sean demasiados y se apueste por un par o tres únicamente, por ejemplo rosa, blanco y gris.

Los textiles en colores lisos suelen llevar motivos como plumeti o topitos pequeños en el mismo color, bodoque en un lugar grande bordado.

Muebles exclusivos de esta habitación como mecedoras, mini percheros, peluches, huchas, dibujos enmarcados o letras de madera lacada con el nombre o la inicial del bebé. O banquitos con cojines que disponen de espacios de almacenaje camuflados.

A veces puede resultar difícil, pero hay que intentar que la habitación del bebé no sea ‘un verso suelto’ dentro del resto de la casa, en consonancia con el estilo de la vivienda.