Con la bajada de las temperaturas apetece estar en casa abrigados y cómodos, al igual que el estilo de moda ‘cozy’ de prendas suaves, holgadas y muy cómodas, llega el estilo decorativo. ¡Una casa acogedora al 100%!
Lo llaman el ‘efecto cozy’, ése capaz de transformar tu casa en un espacio rebosante de bienestar. Es precisamente uno de los aspectos que cada vez se valoran más de una vivienda; su confortabilidad y que sea muy acogedora. Que al cerrar la puerta y entrar a nuestro hogar, nos invada una sensación de tranquilidad y sosiego.
Muchos interioristas relacionan ‘cozy’ con textiles suaves y colores cálidos, sin embargo, es mucho más. Especialmente tras la gran acogida que está recibiendo en los últimos meses. Por ejemplo, una de las claves principales es la iluminación y sin ella no se entiende ese efecto acogedor.
Atmósferas de luz cálida
La iluminación debe ser prioritariamente natural y potenciada con tonalidades claras, cortinas o visillos livianos, paredes blancas y grandes espejos. Además, incluso de día debemos combinarla con puntos de luz de sobremesa o lámparas de pie para crear ambientes que nos abracen. Por la noche o cuando la luz natural va desapareciendo, debemos salpicar nuestras estancias de luces indirectas, bien de techo como candilejas, lámparas con pantalla difusora, líneas leds en contornos de estanterías… Hoy las posibilidades de integrar iluminación indirecta son casi innumerables y todas crean atmósferas muy íntimas.
Ningún espacio será verdaderamente cozy si la iluminación es fría o demasiado intensa. La luz cálida, indirecta y regulable es fundamental. Y la reina de las fuentes de calidez es sin duda la chimenea. Esa visión hipnótica de las llamas naturales o, casi siempre, artificiales.
La sensación de confort general viene de la mano de esa iluminación tenue, pero también de texturas y colores, evidentemente para potenciar su poder.
Funciona muy bien, y además está de moda, disponer los textiles en diversas capas: en lugar de una única manta, combinar diferentes tejidos como lana, algodón, lino lavado, borreguito suave… También se puede jugar con varios tamaños de cojines buscando crear un efecto envolvente que invite a sentarse y no levantarse.
Materiales naturales
La madera, el ratán, el mimbre, las fibras naturales y las cerámicas artesanales refuerzan la sensación de casa vivida y auténtica. No se trata de llenar el espacio de objetos, sino de escoger piezas con sentido: un jarrón especial, una bandeja sobre la mesa de centro, una pila de libros bien colocada, una butaca junto a la ventana…
Detalles personales o vintage
Un hogar acogedor se percibe en detalles sin importancia como las fotografías familiares o antiguas, recuerdos de viajes, mantas o textiles hechos a mano, objetos antiguos reales como una vieja radio o un teléfono de rueda. Todo eso que diferencia una casa de cualquier otra.