El retro pone en valor todo lo pasado y recrea piezas con una gran personalidad. Colores intensos combinados con texturas monocromáticas normalmente en pasteles y a veces con relieves. Los contrastes dan carácter a estancias del siglo XXI, con una clara inspiración en décadas pasadas.
Está muy moda todo lo ‘vintage’ desde las pasarelas, a la decoración, los automóviles, y hasta los filtros en redes sociales. Pero, ¿Qué diferencia hay entre ‘vintage’ y ‘retro’? ‘Vintage’ sale de un viejo baúl y se recupera, incluso a veces restaurándolo con una nueva tapicería, por ejemplo. Sin embargo, el estilo retro recrea piezas decorativas iguales o muy similares a las de hace décadas pero fabricadas en la actualidad. A veces la diferencia no salta a la vista, pero en decoración, estos detalles son muy importantes.
Desde la década de los 50, la filosofía de vida, los estilos musicales o las tendencias de la calle se comenzaron a reflejar en la decoración. Desde grandes piezas como el mobiliario, a toques estéticos y pequeños detalles. Por ejemplo, las alfombras inspiradas en los años 80 con grandes motivos geométricos.
No tiene por qué ser un ambiente completo, únicamente destacamos pequeños toques y detalles con ese aire ‘retro’. La tendencia es una propuesta para reflejar en la decoración lo que era toda una forma de vida, como la libertad hippie de los años 70.
Hoy, el retro se traduce en piezas únicas, como una consola de teca que añade mucho carácter a una estancia, y que aporta un toque moderno por ejemplo en estilos clásicos.
Mezclar contemporáneo con retro es tendencia y una clara recomendación de la mayoría de los interioristas. Además, es más que recomendable combinar un estilo lineal y sencillo con piezas más arriesgadas para romper la armonía.
Decorar con láminas, muebles reciclados, con alguna pieza vintage, aporta diversión a ambientes más encorsetados o estilos más puros.
Se trata de un estilo divertido con colores fuertes y arriesgados. Y dentro de los colores, hay tonos que son muy característicos del retro: verde, mostaza, marrón, negro, naranja, rojo… casi siempre en tonalidades oscuras. Púrpura y rosa son también muy característicos de una decoración retro.
No tiene que ir todo en torno al estilo retro, al contrario, hablamos de combinar para acertar. Pero los colores más identificables, sí son muy importantes para crear ambientes retro completamente hipnóticos.
Los muebles tapizados también son muy propios del retro, especialmente en pies de cama, espejos, marcos, cabeceros, pufs, butacas… Es un detalle muy significativo de este estilo, especialmente en los colores propios del retro.
Los muebles retro dan la sensación abstracta de que cada pieza intenta ser el centro único de atención y quiere atraer todos los ojos. Los sofás son piezas grandes y con cojines multicolores. Aparecen materiales que brillas, que crean atmósferas muy acogedoras y más alegres que otros estilos. Aquí los detalles decorativos son potentes, sobre todo por sus colores y brillos.
El retro ha ido dejando en el resto de tendencias algunas señales propias, como el uso indiscriminado de las alfombras, el dorado, las tonalidades de negros, o las baldosas en espiga o con formas geométricas. Hoy esos toques aparecen dentro de ambientes y estilos muy diferentes, es la huella retro en la decoración.
Las formas abstractas, geométricas y futuristas son propias del retro y surgen en miles de objetos y soportes: en papeles pintados, suelos y baldosas, textiles, marcos de fotos, maceteros, etc.
Otra pieza muy característica es el aplique de pared, que a veces pasa desapercibida porque se prioriza la iluminación directa. No obstante, los apliques tienen un papel fundamental más allá de su utilidad como iluminación, simplemente por su aporte decorativo. Con pantallas de formas geométricas amplias o con materiales en dorado, y sobre paredes también multicolor, normalmente en tonos oscuros.
Las réplicas de las antiguas lámparas en forma de arco que cruzan media estancia, independientemente de los materiales, la luz o el color, solo el efecto y la forma de esta peculiar pieza, es muy característico del retro y hoy es un artículo habitual en los catálogos de casi cualquier estilo decorativo.
Otra característica muy ‘retro’ que ha llegado hasta nuestros días actualizada es el tubo metálico en dorado para apliques, lámparas, patas de mesa, y otras muchas soluciones.
Mires donde mires, seguro que encuentras el toque retro, destácalo y muestra el orgullo del pasado.