Tejidos naturales para pisar descalzos sin desvestir tu hogar con la llegada del buen tiempo. Las alfombras decorativas con formas redondeadas o que marcan caminos amplían espacios y aportan frescura. ¡Al suelo!
No hay normas para colocar alfombras, eso sí, no pensamos colocar una alfombra redonda bajo una mesa cuadrada o rectangular de comedor con sillas.
La polivalencia de las alfombras nos ayuda a delimitar espacios, a crear nuevos ambientes y a hacer acogedora una estancia. Durante la primavera y el verano también, porque su utilidad pasa a un segundo plano para ser meramente decorativas y aportarnos frescura y naturalidad.
Una alfombra de fibras naturales trenzadas por ejemplo de cuerda, de yute o de esparto es garantía de sencillez y actualidad. Los tejidos que conectan con la naturaleza son tendencia y nos gustan mucho. Por eso las encontramos en todos los tamaños, formas, dibujos y combinaciones posibles.
Hay muchas opciones 100% en tejido natural, otras tienen una parte lacada de algún color pastel como blanco, rosa, azul, menta, ocre,… Las combinaciones con cestería en baños, por ejemplo, convierten un espacio normalmente frío en un lugar acogedor y agradable.
En los distribuidores y halls de entrada cuadrados o que conectan pasillos, podemos colocar una alfombra redonda u ovalada para dar amplitud y conexión visual a todo el conjunto de espacios. También en los dormitorios infantiles o juveniles, donde los muebles suelen estar colocados pegados a las paredes, podemos dejar el espacio central delimitado con una alfombra redonda para armonizar toda la habitación. Además, aportará comodidad para juegos o para sentarse en el suelo a estudiar, escuchar música o leer.
Los juegos visuales en grandes espacios son ilimitados y muy atractivos, por ejemplo, en vestidores y dormitorios principales. Una alfombra alargada y una redonda que pueden tocarse y superponerse en un punto para romper con una alfombra el efecto visual de la otra.
Una alfombra de grandes dimensiones siempre amplía los espacios, y aunque pueda parecer a priori al contrario, es muy recomendable en casas con poca amplitud o en zonas incluso estrechas de paso. En los pies de la cama principal, una alfombra o una jarapa más veraniega y moderna, aportará un efecto visual de profundidad a toda la habitación. Puedes probarla un tiempo y después retirarla para notar cómo la echas de menos…
Toques rústicos gracias a fibras naturales y trenzados brutos, pinceladas étnicas con jarapas de alegres estampados por ejemplo geométricos. El aporte decorativo de una alfombra hay que decidirlo en función no sólo del estilo de nuestro hogar y del espacio disponible. Es importante no saturar los ambientes y que los puntos de atención estén bien armonizados. No podemos colocar varios puntos de atención.
Si colocamos una gran alfombra estampada junto a un sofá con tapicería de pata de gallo combinada, probablemente no harán buenas migas. A veces, en esta disyuntiva la mejor opción es pecar de sencillez o decantarse por tonalidades neutras. Por eso las fibras como el sisal o el yute en colores naturales dan tan buenos resultados.